Su hijo secreto, su vergüenza pública
rriesgarme a otro encuentro cercano. A la mañana siguiente,
arecías familiar. Le dije que eras mi prima, que solo estabas cubrie
a, esto es lo que harás. Renuncia. He depositado el sal
ahogado al otro
Que Dios l
n cabo suelto atado.
abogada tiburón, la mente más aguda que conocía. Nos encontramos e
Deslicé la memoria USB sobre la mesa. Su rostro, generalmente tan a
ientras agarraba su taza de café. "Todos ellos.
baja. "Solo quiero desaparecer. Quiero dejar
os bienes de Iván, sin mencionar una indemniza
iza. "Su dinero es lo que usaron para comprar mi silenci
rostro, luego a
s los papeles del divorcio, citando infidelidad. Y un documento renunciando a cualqu
"aniversario" que Iván había propuesto. El lugar estaba fijado: un salón privado en la Hacienda de los Moral
eo lo que me heló la sangre. Diana vi
é pa
lta, mi voz ape
la Dra. Montemayor. El chef anota su alergia leve a
iana se abrie
¿Van a d
e su gran engaño, yo finalmente me pusiera emocional o sospechosa. Iban a sedarme, solo para asegurar
ez, hubiera algo de amor retorcido y equivocado detrás d
o hueco y roto que no tenía
con la cabeza. "Por s
la mesa y agarró la mía. Su
, no pu
dejar que piensen que su plan está funcionand
rcio. La renuncia legal al nombre y la fortuna de los Montemayor. Con cad
ue era una niña en el sistema, antes de que me encontraran. Un nombre que era verdaderamente mío. El vuelo era para el sábado por la noc
án estaba allí, tarareando mient
e a los ojos. "Tengo que volar esta noche, vuelvo ma
sa de Krystal. A la víspera
dije, mi
rápido y displice
mo",
dí, las palabra
soledad no dolía. Se sentía como libertad. Ya no era Eliana Montemayor, la hija perdida, la prometida