La Venganza de una Dama
orpresa" . Invitó a nuestros amigos más cercanos, incluido Luis, quien evitaba mi mirada a toda costa. Yo interpretaba mi pap
cintura, susurrándome al oído lo hermosa que estaba. Ca
un poco pálida," me dijo, su rost
, forzando una risa suave. "Fue
. "Haría cualquier c
. Llevaba un uniforme de una empresa de catering, cargando una ch
pánico cruzó su rostro. Se disculpó rápidamente y caminó hacia e
siseó, en un susurro furioso que apenas p
respondió ella, con una voz inocente que
Su voz era un gruñido. "
mí. Era por él. Por el miedo a que
buscando un poco de aire. Me dirigí hacia la parte trasera de la terraza, donde había unas macetas grandes y
helecho, cerrando los ojos. F
a Isabella. Creían
endías viniendo aquí?"
ondió Isabella, su tono aho
ave, un suspiro. Abrí los ojos y me a
staban en su cintura, y la estaba besando. No era un beso tierno. Era un beso hambriento,
Lleno de promesas y de un amor que yo creía puro. Esa memoria, antes tan preciada, ahora se sentía contaminada, sucia. La imagen de Ma
pezando con una pequeña maceta de terracota. La maceta cayó al
raron al instante, sus r
eso?" susu
o?" La voz de M
mil por hora. Si me encontraban, si sabían que los había visto, to