ondaba su mente como un murmullo constante. No podía decir que le hubiera encantado, ni que estaba completamente de acuerdo con ello,
idea de hacerlo completamente sola la aterraba. No le quedaban muchas opciones, y aunque el matrimonio de conveniencia con Mateo sonaba irracional, le ofrecía un tipo de seguridad que no podía enco
os, como si el dolor de los últimos días hubiera dejado huellas visibles en su rostro. Había algo en ella que ya no era la misma, una fragilidad que no h
. No tendría que preocuparse por el amor, por las expectativas de ser feliz. Lo único que
ba sentado en el sofá, observando un programa en la televisión, aunque Gabriela sabía que est
rente a él, sus manos ner
os en los de Gabriela. No hacía falta decir nada más. La forma en que la mira
o, su tono suave pero lleno de una urgencia contenida. Sa
cto? ¿Cómo se sentiría en unos meses, con un anillo en el dedo y un matrimonio que no
ura de lo que esto significa, creo que lo que necesitamos ahora es tiempo. Yo... no puedo segui
no alcanzó a descifrar. Tal vez era la gratitud por su decisión, o tal vez algo más que aún no
que mezclaba alivio y una curiosa dulzura. La abrazó, pero fue un abra
e no sabía cómo manejar. Sentía el consuelo de estar con é
eramente-. No sé si soy lo suficientemente fuer
o la idea, su mente seguía trabajando a toda velocidad. El matrimonio no era algo que hubiera imaginado, ni mucho menos con Mate
de asimilar la idea de ser "esposa" de su mejor amigo, aunque no tuviera la intención de actuar como tal. No sería una esposa
o, sentía que estaba tomando una decisión lógica. Sabía que no podía quedarse atrapada en la trist
miró, y por un momento, ambos se quedaron en silencio. La ceremonia era simple, sin adornos ni grandes gestos. Todo estaba pensado para
. A pesar de todo lo que la rodeaba, de las dudas que seguían en su corazón, algo en ella se sintió aliviada por el hecho de que al menos no
suave pero con una ligera tensión. No estaba seg
alor de la pluma contra su piel, como si estuviera marcando el inicio de algo co
profunda, pero contenía una ligera sorpresa. A pesar de que todo estaba de
o le devolvían el eco de su propia confusión. Aunque todo estaba fuera de su control, había algo en ella que se sentía decidida
a especial. El mundo seguía su curso, mientras que ellos, dos personas a
go en su interior la hizo sentir que este paso, por extraño que fuera, podr
Gabriela, miránd
gera, un poco más sincera de lo
lo, Gabriela. Estoy aquí p
tono le dio a Gabriela la certeza de que había