Ojos Robados, Corazón Roto
stériles del hospital, c
ad, Ricardo, el amor de mi vi
su nombre, las lágrimas de
taba Isabel, la hija de una de las familias más
ltó Ricardo, con una voz
on mis propios ojos, los ojos que le
í, aléjate», añadió, y
pre te ha gustado Ricardo, pero eres solo una sirv
?», susurré
o jamás se comprometería con alguien como tú. Is
aste que con el accidente podrías aprovecharte. La gent
e habían robado a mi hombre,
e doné mis ojos! ¡Ricardo, t
ito de: «¡Vuelve a la mansión ahora mismo! ¡Tienes qu
cia mientras me arrastraban f
obligaron a cocinar para l
ente sobre mí y Laura, su herm
susurré: «Por favor, neces
decida de tener un techo. Limpia e
e hablar con él. Él me
ó de nuevo, y mi mano ch
na voz, era Ricardo,
ciendo que me había quemado
eres, pero ya me cansé de tus mentiras y tu escánd
ó el bra
a molestar a
con un
metió amor eterno, m
i cómo desenterraban los cact
¡Son míos!», grit
ta casa es tuyo. Eres una em
ia, empezó a arrancar los c
espinas se incru
a ver tu cara en es
despedida», se
quedé allí, en la acera, arrodillada
do por la amnesia de é
r muerto en
adoró, y al día siguiente me
mo de Ricardo. Me miró con
jo. «Te protegeré. Nadi
entender a
lgo que podría cambiarlo todo: un