Ojos Robados, Corazón Roto
en la olla de forma mecánica, con la mirada perdida. La habían obligado a volver, a cocinar p
mezcla de arcilla para sus cerámicas. Él le susurró al oído que su amor era como una de sus vasijas, moldeado con paciencia y cocido con el
umillación y el dolor. El contraste entre el ayer y el hoy era tan
o está list
la cocina como si fuera la dueña del mundo, vestida con un elegan
ó Ximena en voz baja,
ró dentro de la olla
iendo tus orígenes, seguro que so
o no dijo nada. No valía la pen
"accidentalmente", había tropezado y derramado una taza de té ca
mó Isabel con una falsa preo
imena se mordió el labio para no grit
Ricardo, Laura, entró en la cocina
sabel, ¿esta inúti
dente", dijo Isabel,
azo enrojecido d
mala influencia. Una simple artesana de barro que
hecha trizas, solo pudo susurrar: "Por
miró con
ecida de tener un techo sobre tu cabeza. Ahora limpia
o golpe. En su debilidad, Xim
jenme hablar con él
orsionado por la ira. "Ya te lo dijimos,
jó de nuevo hacia la estufa, y su mano golpeó el borde caliente de la
bas
Ricardo, de pie en la entrada, con el ceño fruncido. Su presencia interrumpió la tortura, per