La Abogada Traicionada: Renace Fénix
n la Condesa, un lugar lleno de recuerdos de nuestros primeros años juntos. Quería recrear
os del bullicio de la gente feliz.
uí?", preguntó con nostalgia. "Te pedí qu
o", dije, m
un árbol donde la gente colgaba pequeñas tablillas de madera con sus deseos. Nosotros habíamos co
vibró sobre la mesa. El nombre "Valeria C." brilló en la pa
irarme a los ojos. "No me dejan e
tó abrup
. Es una emergencia. U
e. Era ella. Dejándome sola en la mesa de nuestro aniversario, rodeada de nuestros supuestos recuerd
l restaurante. Caminé directamente hacia el árbol de los deseos en el parque. Busqué entre
fía. Juntos p
o. La miré por un último segundo y luego, sin dudarlo, la tiré al bote
sola, mi teléfono vibró. Era un núm
un v
e detuvo. Le
icardo. Y ahí estaban él y Valeria. No dejé que el video avanzara más
o solo te admira a ti. Disfruta
i marido, quería destruirme. Quería que yo supiera,
ura. Esto no era solo una prueba. Era un arma. Y Valeria,
Cuando él finalmente apareció, su rostr
iste? ¡Me dejaste ahí
ostro vacío d
dije fríamente. "De
eplicó, su tono de preocupac
, mirándolo directamente a los
io algo en mi mirada, algo nuevo, algo
e resolvió. Escucha, lame
mi voz sonó extraña, lejana. "Ya m
la. La guerra ya no era silenciosa. Y yo te