El Fénix y Su Corazón Roto
era el aroma de mi hogar, el perfume del
pie frente a un comal caliente, vendiendo los mejores tacos de l
tan cerca que casi
completa en la mejo
r "El Fénix" Ramírez, el apodo que me gané por mi habi
el éxito, hasta que un acto de sup
riz con una sonrisa que escondía más de lo que mostraba, estaba
sario con tanto dinero y poder qu
jarla cont
su ris
mi padre me enseñó, el de ayuda
lejandro y ayudé a
os de un agradecimiento que, ahora s
Ricardo. M
as fueron m
olicías me esperaban en
llorando, señalándome
ollozó. "Él
do se
de inmediato, la investigación de la beca se detuvo. Los amigos me dieron la
pasé a ser "
lo dudó ni
o a todo el que quisiera escuchar,
ía y noche a buscar pruebas de mi inocencia. Hablaba con gente, bus
do, pero su fe en m
que tenía un video que probaba mi inocencia, que lo vi
fue sin
na tr
"accidente". Un incendio. No quedó nada. Ni cuerpo, ni evid
, había muerto intentando limpiar un
omía. Si no hubiera intervenido, si me hubiera quedado cal
ntes. Me declararon libre de cargos, pero yo ya estaba conden
trabajando en lo que fue
vaba platos en un rest
z y Alejan
ró algo al oído y ella soltó una carcajada crist
a cerca de la cocina.
besando su mano. "Ese idiota de Ricardo se
ría, sin rastro de la chica
equipo, y tu padre no iba a permitirlo. Además, la publicidad
re se c
odo fue u
corrupción
. todo sacrificado por un capric
bia m
on el delantal sucio
frente a
oz rota por el odio. "Ust
desprecio, como si v
to de hambre," siseó.
o una fuerza que no sabía que tenía.
Alejandro se acomodó el traje y, con una sonrisa torcid
las, sin pod
l que tu padre,"
Pude ver el pánico en los ojos de Lau
ordenó Alejandr
s llovieron sobre mí. Sentí mis costillas rompe
samiento fue
fal
do se vol
repen
lla asada y ci
los
e, frente al mismo callejón. El
miliar, un grito a
élta
oz de La
mi
Justo en el momento
nda opor
no habrí
iendo de sus cenizas