La Pena Merecida Tardía Pero Llega
. Luego vino el dolor, un martilleo sordo en la parte posterior de mi cabeza. Ab
nesia. Ojal
pe seco de mi cabeza contra la ventana. Pero debajo de ese recuerdo fresco había ode una vida que
de no tuve e
mi novio, el influencer de sonrisa perfecta, me esperaba. Corría emociona
esa era
cara. Recuerdo la fiesta, a nuestros amigos aplaudiendo, y a su nueva so
el principi
con una excusa perfecta. Yo trabajando día y noche en mi taller, creando colecciones enteras de r
con su nombre en la etiqueta. "Es mejor para el negocio, mi amor," me
le
cotizada de México. Viajes, patrocinios, portadas de revistas. Yo me quedé atrás, en l
ntándolo, con las pruebas de que no solo me robó los diseños, sino tamb
diseños. "Fuiste un escalón necesario. Nadie iba a tomar en
oche que se dio a la fuga. Mientras yacía en el asfalto, mi último pensamiento fue para Mateo Dur
en la habitación,
a voz amable. "Tuvo suerte, solo fue una conmoción cereb
platos. Era el día. El día de la propuesta. El accidente de coche
. Era una segun
as cosas serían diferentes. No habría lágrimas, ni ingen
a de noche. La pantalla se i
dedo para
losa, impaciente. "Te estoy esperando. La
hacía temblar de emoción. Ahor
salió firme y clara,
card
una p
ngas. No me busqu
úmero. Luego el de Camila. Sentí como si me hubiera
tro pálido de preocupación. Ella era una exmodelo famosa en los noventa
llamaron del hospital,
zó con
d," dije, devolviéndole el
e miró a los ojos,
rminar con Ri
ente para preguntar por qué, pero la cerró. Estudió mi rostro, la nueva durez
nrisa se formó
onal casi me hace llorar de alivio. "Ese hombre nunca
n momento. Luego, decidí p
paña de café para la que
eron que fue su idea genia
pienso, con la cabeza más clara... yo dibujé ese mismo diseño en una servi
esar la información, conectar los
feliz,"
violencia. Ricardo estaba allí, con el rostro rojo de furia.
ma? ¿Por el accidente? Porque si es así, no tiene g
ue se acabó," respondí, mi voz tan t
, su mano apret
mía. Su aliento olía a menta y arrogancia. "Nuestro futuro y
n y dijo las palabras que me c
r. No después de to
. En mi vida anterior, me habría confundido, me habría hech
mbre patético y desesper
al frente, su voz cortan
Ricardo. A
e notar su presencia. Su son
ablábamos de un malentendid
iciente. Suelta a mi sobrina o llamo a segurida
un paso atrás, arreglándose la camisa de diseñador. Me l
ueda así, Sofí
alió de la habitación tan
mi brazo donde sus dedos habían apretado todavía
e empezar. Y esta v