icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

La Pena Merecida Tardía Pero Llega

Capítulo 3 

Palabras:1064    |    Actualizado en: 04/07/2025

edara con ella en su penthouse en Polanco. El espacio era abierto, lleno de

poco. Los portales de ch

ADORA SOFÍA VARGAS TERMINAN SU RELAC

taban por todas partes. Se veían preocupados, como víctimas de mi supu

tiendo cómo la bilis me subía por la gar

sura," fue lo p

ondí, tratando

paré algo de comer. T

de su comida llenó el aire, un consuelo inmediato y delicioso. Había

conté todo. La vida pasada, la traición, mi muerte.

anquila, sus ojos nunca se apartaron de los m

en mi alma herida. "Siempre supe que había algo malo con él. Algo... d

seriedad que me hizo

espuesta

regunté, c

saré contig

adora. No era por lástima, no era

una camisa negra, el pelo perfectamente despeinado, con una iluminación suave que

Sofía y yo hemos terminado. Estoy devastado. Pero lo que más me duele es v

ática, mirando a Ca

" dijo, tomando la mano vendada de Camila. "No la culpo. Está confundida. Solo

loca violenta y a ellos como santos preocupados. Los come

!" grité, arrojando

iendo el video por encima de mi h

con frialdad. "Y él no sabe

. Invitó a algunos periodistas de moda de confianza y a compradores importa

o y tranquilo. Su presencia me daba

vestido rojo carmesí, simple pero con u

mis bocetos. Estaba hablando con la editora de una rev

cardo y

a a mi lado. "No lo

los dueños del lugar. Ricardo sonreía,

voz alta, para que todos lo oyeran. "Nos

stro alrededor se det

do?" pregunté, mi voz p

on su sonrisa de víbora. "Y a aclarar cualquier malenten

En un movimiento rápido y casi imperceptible, enganchó su tacón de aguja en el bajo d

l borde afilado de una mesa de centro de mármol. El dolor fue una e

re mí. La expresión de Camila era de triunfo puro, apenas disimulado. R

en? ¡Se tropezó! ¡Alguien lla

pegajoso corriendo

a Ricardo d

le había visto. Se arrodilló a mi lado, sus mano

," susurré, más p

Ricardo. Por un instante, su máscara se cayó. Vi la fría satisfacción en su mirada. Él h

la cabeza sangrando y el dolor punzante, no sentí

ada para destruirme. Y yo no me de

uidado en sus brazos, su rostro e

n mi oído. "No voy a d

vieja Sofía habría estado aterrorizada. La nueva Sofía estaba planea

Obtenga su bonus en la App

Abrir