EL Aborto No Es Accidente
sos, pero no era por la temperatura, sino por
ón que, en mi dolor, casi creí, mientras el m
ra: una noche, mientras el sueño me arrastraba, es
bé que crecía dentro de mí, esta vez, no era nuestro, era una merc
engañado, un recipiente vacío, la candid
garganta, pero transformé
ino: fingir demencia, jugar su juego y reunir las pruebas que los hundirían a