De Pobre A Heredero Recuperado
ebía ser el más feliz de mi vid
orros de años trabajando como repartidor. Cada centavo ganado bajo el sol y la lluvia, cada pedido entregado con una sonrisa, to
que me criaron después de que mis padres me abandonaran, me sonreían desde la primera fila. Sus ojos estaban llenos de lágrim
upcial se detuvo
s planeado. Venía tomada de la mano de otro hombre. Ricardo. Un excompañero de la un
itados. Yo no entendía nada. M
ando?" pregunté, mi v
presentes, con una sonrisa fría y cal
lara y fuerte. "Y un agradecimiento especial a Miguel Ángel
sfrutando del sile
él. Hoy me caso con el hombr
su mano entrelazada con la de Sofía, mostrando un anillo con un diamante enorme que brillaba bajo las luces del salón. Brillaba mucho más
oder hacer una entrega más. Recordé cómo le daba a Sofía la mayor parte de mi sueldo para que "ahorrara para nuestr
a una m
intiendo las miradas de todos los invitados
, una risa arr
fuera un insulto. "Sofía nunca iba a casarse contigo. ¿De verdad creíste que una mujer como ell
a, la música que ya no sonaba. Todo lo que yo había construid
ba de pie junto a Ricardo, con una sonrisa de satisfacción. Él era su cómplice. La última pizca de e
," dijo Sofía, su voz sin una pizca de r
ceremonia. Lo sostuvo entre sus dedos como si fuera basura y lo dejó caer al suelo. El peque
as, tenemos una boda d
las ruinas de mis sueños. Pero en ese momento, me enderecé. Una extraña calma me i
onando más firme de lo que me sentía. "
llos de la gente, y el eco de una vida que nunca fue real. Salí del salón y me encontré con la luz del día, que se sentía e
uscamente frente a mí. De ellos bajaron dos personas, un hombre y una mujer, vestidos con una
su voz temblando de emoción. "Hijo..