Mi Segunda Oportunidad
/0/17289/coverbig.jpg?v=7404e66d8ae02b00ac9ca9a6e5b319ad&imageMogr2/format/webp)
oduc
del hotel, y mi esposa, Isabella, se acercó c
iliares: las mismas que, en mi vida ante
sado de golpear a mi propio hijo y arrojarlo por el balcón, un cr
infarto al enterarse, y mi madre me repudió en el ju
i vida, orquestara una traición tan vil que me costaría todo, i
ría en la trampa. La venganza no se sirve fría; se cocina