Mi Segunda Oportunidad
ara mí era solo un ruido sordo. Mi nombre es Santiago, y en mi
ón, apuñalado por una deuda que nunca contraje. Ahora, he ren
sonrisa era una obra de arte, perfecta
trato por nuestro nuevo jugador. Solo pide
s. Las mism
é como un idiota. Al día siguiente, me desperté con la policía en mi puerta. Un
nión pública me condenó. Mi padre, Javier, murió de un infarto al ver la not
aquí. Con una seg
una sonrisa lasciva. El plan era perfecto: el agente borracho y violento, la
sta
la cubitera. El frío del cri
pregunté a Isabella, mi
ó, su sonri
iño. Por lo
strellé contra la mesa. El sonido del cristal rompién
mi esposa!" grité, señaland
ido shock. La arrastré fuera del salón, a través
ces daño!" gritaba ella, actu
a empujé contra un coche. Levanté la mano
n segundo, antes de convertirse en una
tás
e de que la cámara captara
la salida. Saqué mi teléfono y
agredir a mi esposa en el a
ía. Se cocina a fuego lento, y yo