La Hacienda de los Secretos Muertos
apeles, los recuerdos de los último
día de nu
con un gran nombre pero sin dinero. Él
monio ar
proyectaba. El hombre devoto, serio, que pasa
un hombre d
aldad era una f
segundo plano. Dejé de viaj
intentar complacer a un hombre que s
eva, una vasija, un plato de Talavera con di
nas la
e ha dicho que la nueva iglesia del pueblo necesita
e era
evo. Camila quería un viaje a
sus caprichos, disfrazándolo
rganizaba las cenas, la que mantenía
pita, pensé que
hija ablanda
solo fue otra distrac
eyó un cuento, nunca le di
a reservado para
riente y tres figuras: un hombre alto, una mujer y
ó por un segundo y lo
clase", comentó, como si no hubiera visto el dibujo
ibujo del suel
zo, cada palabra fría, ca
re de mi corazón, sin darme cuenta de que
egido a Cam
a década de mi vida y el futuro de mi arte p
bre im