Entre telas y secretos
aban frente a las cámaras mientras los creativos gritaban instrucciones. El sonido de tacones sobre el suelo de concreto,
o, Victoria Ríos se mantení
ada hubie
entre mantas sucias y la piel tibia de u
uipo, su seguridad, su máscara. Y sin embargo, allí estaba, perfectamente vestida con
ió su ensimismamiento-. El equipo de Milán qu
la improvisada donde una modelo desfilaba con un abrigo de l
amos a
sfile no podía detenerse por una noche
eso e
err
ntos en los que recordaba con claridad absurda la forma en que la sostuvo, cómo la miró después,
a no podía sobrevivi
Victoria miraba la ciudad a través del ventanal. Una torment
a respondido correos, hablado con inversionistas, aprobado una nuev
e gustaba el vino, pero lo bebía po
scapar de ti misma? -murmuró al
n a la
reguntó s
única persona que se atrevía a tratarla sin rodeos-. Traje los
Cassandra la miraba con ojos
areciste en un hotel de paso con el vestido
a copa sobre la
nada que
a, Victoria. Eres una marca. Y si te autodest
toria caminó hacia su escritorio, tomó
. Redireccionaremos la narrativa hacia "l
con una mezcla de a
n suavidad-. Que incluso cuando te caes,
No podía. Porque, en
iudad, Victoria no encendió las luces. Se deshizo del vest
. Pero el silencio no t
ración se sincronizó con la de aquel extraño. Cómo, por unas h
hum
la mano
lvía a b
a al mis
reguntaba
a cabeza
No
fuga emocional. Un susurro de lo
vino. Esta vez,
logró calmar el t
po de diseño la esperaba en la sala de reuniones. Victoria entró con pa
tica. Quiero una colección que grite libertad. Quiero cortes imperfect
tió, aunque al
reales. Cicatrices, cuerpos no normativos. Esta colección no será
n sus ojos. No sabía de dónde venía. No sabía
ía sido un error. Tal vez había sembrado al
n no lo
lo sosp
ndría