Atada al Ceo
gudo, como si la casa misma se lamentara de mi regreso. Hacía años que no cruzaba esa entrada. Años desde la última vez que me
o ligeramente torcido por el paso del tiempo. Saqué la llave de mi bolso. La mi
en la cerradura. Giró con un
de la madera vieja. El silencio era absoluto. Ni un reloj, ni el leve zumbido d
como lo ha
en un sueño eterno. El viejo candelabro del recibidor cubierto de
do cientos de veces cuando era niña, bajando de prisa para abrazar a mis pa
nsar en eso
madera clara con la marca de un rasguño que había hecho c
a denso, carg
o reluciente, ahora estaba amarillenta, cubierta por una fi
a me envolvió. Busqué entre la ropa, empujando vestidos que ya no me representaban, hasta que enco
frente al espejo empolvado, observando mi reflejo con detenimiento.
a no estab
cabello en un moño desordenado y
me hicieron toser. Abrí las ventanas, dejando que el aire viciado es
las esquinas. Limpié con la desesperació
omento, me
alguien llamó
con
trasera del pantalón, desconcert
di
dome con fuerza en el pecho. Cuando abrí la
? -la voz profunda de Ken
fríos, pero había algo más en e
oz áspera, ignorando la súb
ncia con desdén. Su boca se
a? -espetó con desprecio, cruz
palabras me caló,
a. -Le sostuve la mirada.
a mí. Su cercanía e
ste? -susurré,
resp
omó por la nuca con a
un beso
ndo todo lo que había contenido durante años. Sus
.. me
pujara, que lo apartara, p
cintura, atrayéndome hacia él. El sabor de su boca e
ándome a rodear su cintura con mis piernas. Me llev
mesa, empujando alg
mi cuello, mordiendo, succio
arañaron s
amisa cayó al suelo, revelando su torso firme
bios, pero mis manos temblorosa
antes de tomar mi
miento brus
desnudo mientras sus manos recorrieron mi e
labios recorriendo cada centíme
bo du
palabras
dos de rabia, deseo y año
ndome gemidos que se ahogaron entre mis labios. Su len
fue rápido
do creí que no podía soportar más, me l
solo golpe, desgar
Feroz.
peración. El sonido de la piel cont
en su carne, buscando anclarme mientras él m
ímos, fue como ar
e la frente, Kendell apoyó su fr
mira
rises me a
de mí, recogió su camisa del suelo
ó a caer sobre
con la piel ardiente