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¿Raptada o protegida? La obsesión del mafioso

¿Raptada o protegida? La obsesión del mafioso

Autor: LauraC
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Capítulo 1 1

Palabras:1754    |    Actualizado en: 05/05/2025

an B

10:

r favor, dígame q

a mí, visiblemente alterada. Llevaba dos horas lidiando con la obstinación

ha... sé buena chica -dije con una sonrisa ladeada, tendiéndole la mano como si

cabeza, clarame

o pueda hacer eso -susurró, jugando nerviosa c

ierdas mi tiempo. Y dile a mi madre que no pienso atend

l ventanal y dejé que la vista de Milán me distrajera por un instante. Tener

s de esa fachada estaba el verdadero yo: un mafioso de 28 años, despiadado, adicto

ueño de los Bianchi era verme con un heredero. Hijo único, el legado dependía de mí. Pero podían esperar s

l desastre del último cargamento perdido y me dejé caer e

estás despedida! -la voz de m

lo suplico, no me obligue a desobedecerlo -rogaba Sacha, con un temblor

resignación y me incorporé. Lo sabía. La tormenta apenas c

con su melena rubia perfectamente peinada, sus ojos verdes centelleantes y ese labial ro

ito una maldita cita para ver a mi

deos, y lancé una mirada a Sacha-. Mi pobre secretaria ya

umbre familiar, y ella, sin perder el porte, se acomodó en una de las sillas

ha -ordené con una son

rfectamente lo que le esperaba una vez mi madre se fuera: la haría inclinarse sobre el escritor

riendo -dijo mi madre, arrastr

lté un suspiro mientr

han sido tres años de agonía... Ya

-dijo, con ese tono dramá

ene eso ah

esa nostalgia manipuladora que usaba como un arma silenciosa. Int

era sin ver cumplido su mayor deseo? ¿S

él, no pienso casarme con Dolores. Es que solo de pensar en ella me da... -hice una mueca de

sa mujer merece respeto, y

ré una prometida más... adecuada -me levanté y caminé hacia ella con paso fir

mi teléfono. Al ver el identificador en la pantalla, supe que no podía ignora

no? ¿Qu

Encontramos al traidor... pero no vino so

gre abandona

é dij

Y trae al menos cuarenta hombres cont

as retumbando en mi cabeza. Mi madre me observab

bien,

n permiso, Loren -respondí, inclinándome para besarle

or favor... hijo,

nada de que hablar madre. A

se como si el suelo ardiera bajo mis pies. Atravesé el edificio hasta lle

o -le dije

ado... -intentó ra

a sonrisa tor

iento del copiloto, tenemos que movernos. Me fa

s un segundo, resigna

na droga. Nos lanzamos al asfalto, devorando el camino. Las calles estaban saturadas de gente que, sin saberlo, desperdiciaban su e

*

RE

a mi padre, y tú tampoco vas a pedírselo a tu hermano. El día que d

varios meses de renta, la nevera está vacía. Estamos en el peor punto de nuestra vida. Terminaste la ca

azaban. Me convertí en abogada con la esperanza de hacer lo correcto, de tomar el camino difíc

e juro, amor, que saldremos de esta. No neces

soporto seguir trabajando como un simple mesero mientras

destino, nuestras familias, el sistema. Sólo nos teníamo

ilos, ¿sí? Voy a pensar en una solución. Veré cómo conse

as fuerzas que me quedaban. No quería seguir peleando, no otra vez. Ya había soportado suficientes impulsos suyos, pero esta vez estaba cruz

una estupidez. ¡No debíamos retroceder! ¡No así! Estábamos juntos en esto... éramos un equipo. No podía permitir

es algo que esté en discu

.. espera, amo

terminar

ándome del momento. Me giré instintivamente, y en es

Sentí cómo el suelo desaparecía bajo mis pies y mi cuerpo era lanzado sin control, como si hubiera sido arrancado de la

o un trueno, implacable y definitivo. No hubo tiempo de escapar, ni de gritar. Solo sentí

go...

o se de

ndo mi conciencia en una oscuridad espesa, absoluta. El tiempo se detuvo, y el silencio,

s? ¿Después de tanto luchar, iba a term

acabaría mi vi

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