Vendida Al Mafioso: Entre El Amor Y La Venganza
a estaba muriendo por dentro, su pecho se encogía bruscamente siendo doloroso
por llegar. Así podrás conocerlo. Te prometo que no te pasará nada, hija. Estarás muy bien. El señor Assim es una buen
o aun sabiendo lo que pasaría con ese matrimonio, ella no podía aceptar esa decisión, sabía que su madrastra querí
con una sonrisa burlona, al abrir la puerta, Amira trago en seco al ver al hombre justo frente a ella. Ese hombre le doblaba la edad, y podía notar en su
uación, ellos necesitaban ese matrimonio para poder costear los gastos médicos de la enfermedad de Monserrat, la media hermana de Ami
uerzas, enterrando sus largas y filosas uñas en ella,
allí parada malagradecida -ar
en ese instante y desaparecer de la vista de todos, pero sabía que debía hacer lo que era correct
jo, y Amira se sintió de
que imagine- le dijo é
e un gracias, pero en el fondo ell
y les sonrió, para después volver a mirar al
corazón a aquel hombre del cual estaba enamorada desde que era
ara después llamar a su madrastra, a la cu
r toda su vida junto a ese hombre, no era justo que debía
de su boda, Amira mientras se miraba en el espejo, lo único en lo que pensaba
dio una última mirada al espejo y sonrió, dán
el largo pasillo, mientras un gemido se hacía cada vez más fuerte. Amira, sorprendida, abrió la puerta de su habitación y palid
, permaneció inmóvil mientras su media hermana reía a carcajadas. El hombre que había am
r con ese hombre asqueroso sin importar cuánto te amaba. No
te asqueada mientras las lágrimas continuaban
enías que seguir con tu vi
interrumpió
malo que esté c
s lágrimas y la
biendo cuánto lo amo? -gritó Am
ioso ¿no?... cuando en cuestión de minutos jurarás amor
ios te pasa, Monserrat? Sabes perfectamente que este matrimonio es una farsa. Me caso con un extraño...
bozó una son
olo para venderte a ese hombre y deshacerse de ti. Y el id
La revelación la golpeó como un puñal: su madrastra los
u mirada hacia Monserrat con odio