Vendida Al Mafioso: Entre El Amor Y La Venganza

agina y ano, además de atender los golpes en su rostro. Los dos trabajaron en silencio. Emilio lleno de rabia, contenía sus lágrimas mientras oía a Ami

ación, mientras Jim regresaba al establo, co

que continuó abusándola sexualmente y maltratándola de diversas formas. Ella ya no se resistía; sabía que, si lo hacía, sería peor. Mientra

enido su última menstruación. Aterrorizada, se puso frente al espejo y observó su vientre, dándose cuenta de que estaba un poco más abultado de

mió. Al día siguiente, Assim entró en la habitación. Ella, asustada, comenzó a temblar

a? ¿Por qué estás as

se me pasa. Quería pedirte... si pudieras traerme algo de fruta. Me

ira, sin reconocerlo, se cubrió con la cobija, a

te, compadre. Te pres

qué ocurría, pero su instinto le advertía que algo andaba mal. Su cuerpo tembló de miedo

ra lo observo muy confundida y al v

-preguntó con una sonrisa nerviosa, mi

bien, ¿entendido? En esta casa las visitas reciben buen trato. Haz

resultó completamente en vano. Assim lo había enviado al puebl

re comenzó a acercarse. Ella agarró

de mí. ¡Váyase o lo lastimaré! -Su voz temblaba

recorriéndola co

e excita más -Pasó su lengua po

que él intentó sujetarla. Entonces descargó golpes frenéticos, h

rrada, sin obtener respuesta alguna, en ese momento de desesperación solo volteo la mirada hacia un rincón de su cuarto mi

vacío mortal. Las fuerzas para luchar contra las crueldades de As

ron de su letargo. Emilio muy emocionado sin sabe

lates favoritos. Los compré ayer... pero escóndelos

Gracias. Guárdalos en el a

sus brazos: -¿Qué pasó? ¿Fue

. no

ces dim

r y acabar con este sufrimiento diario -murmu

. te amo más que a nada en este mundo. Sé que no debería decirlo, pero no puedo callarlo más.

bello mientras él se desahogaba. De pronto, un movimiento en su vientre la h

eve dentro -dijo, c

nos sobre su vient

e cuándo lo sabes? -preguntó, in

l trauma de la violación había borrado el recuerdo del emba

Desde la boda, he estado aislada del mundo. Tú eres el único que conoce mi dolor. Ese monstruo que Assim trajo ayer abusó de mí como se le dio la gana, sé que