Una Excusa Perfecta Para Amar
con los muebles, arrastrando palabras entre dientes, despotricando
Victoria est
ta casa; estaría exigiéndome el divorcio. Esa certeza me provoca un extraño alivio, uno
nta apenas me ve, con una voz áspera pero c
platónico que alguna vez soñé. Y aunque mañana no lo recordará, incluso la empresa vinícola que dirige
os célebres, manuales sobre el arte de los viñedos. Soñaba con mi propia empresa,
toria lo endureció, lo convirtió en un hombre de hielo, incapaz de se
rro, sin saber
ma, pero la distancia entre nuestros cuerpos es un muro invisible. Solo existe contacto
ios, y en mi mente, ese mínimo gesto lo tomo como prueba de que aún le importa este mat
la bata y entro en el baño, buscando refugio en una larga ducha caliente. E
suena. Es el
i voz sale apenas
pesar-. Scott me contó lo que ocurrió
dad. No te preocupes tanto.
r ti, ¿quién lo hará? -s
en manos de papá y Brandon, aunque admite que, sin la ayuda co
sario de bodas. Paso toda la tarde preparando una cena especial. Les pid
encendidas, mis mejores platillos. Él sonríe con amargura y se sienta. Esa p
.. -mu
sin apartar la mi
sta la
tá
ra decirle la idea que se me ha cruzado hace a
. quizás-intento deci
r en silencio?
e crispan sobre el mantel. P
tuviéramo
s ojos, encendidos en
te? ¿Estás
que sí funcionó con tus padres y que
talla como
toma mi rostro con brusquedad, su
o helado-. No te amo. Nunca lo haré. M
er
a, haré lo que sea para deshac
ta mi rostro justo cuando su teléfono suena en la mesa.
. Esa noche duermo en el sofá
a el teléfono
-su voz suena llena de j
que quedaba en pie dentro d
re -digo, sintiendo el nu
jero y ahora es abogada? -continúa ella-. Mi niña, la ab
o, mamá -respondo, ant
ío silencio que me hiela aún más los huesos. No
se aferra a mí como una segunda piel. Abajo, escucho la voz de Adán dando órdenes,
s des
en grande aquella celebración. Y yo... no sé cómo enfrentarla. Ella, casi abogada, bri
listas, flores frescas, invitados confirmados
pregunta me consume: ¿Por qu