Sofia - Vendida al millonario
ideal, pero nunca me detuve a pensar... ¿el ideal para qué? Ahora no sé si m
años
novio se había marchado de la ciudad. Me encontraba sola. Sin un hogar al que regresar, sin dinero y con una vida cr
i a quién pedir ayuda. Me senté en una banca del parque, abrazándome
? -preguntó un hombr
en vestido, con una mirada difícil de descifrar.
a si no quieres, pero parec
echo de que no tenía otra opción, pero asentí con la cabeza.
ijo el hombre, extendi
ento, pero term
of
mente, como si le com
itas un lugar
arlo demasiado. Lo necesitaba
uí. No es gran cosa, pero al menos
Qué quería a cambio? Pero estaba agotada, y la idea de pasar otra no
as -mu
dia sonrisa-. Todo tiene un precio, Sofía. Pero no
scalofrío recorrió mi espalda, p
el primer paso hacia un destino
discreto. Me sorprendió que alguien como él viviera en un lugar así. No pare
a. No era lujoso, pero sí impecable, ordenado hasta el punto
con calma, observándome mientras me quitaba la chaqueta-.
algo en su mirada me hizo sentir
tes de hablar. No te
razada -confesé en un susurro-. Dijeron que era una vergüenza,
sintiendo un nud
fue. Desapareció. M
uviera procesando mis palabras. Luego, se acercó y ap
-dijo en voz baja-. A partir de
o en el fondo, no podía ignorar la sensación de
r cumplía su palabra: tenía comida, un techo y la tranquilidad que tanto había anhelado. No me pedía nada
icamente nada sobre él. ¿Por qué me ayudaba? ¿Qué ganaba con esto? Y, lo
ña pero elegante mesa de su comedor, Alexander d
ieres tener
realmente sobre mi embarazo, como si fuera un tema intocable. Baj
ensé que estaríamos juntos... pero solo me usó y se fue. Desde que supe que estaba embarazada, todo ha sido un de
ba. Alexander me observó en silencio por un momento,
vocado -dijo con calma-, pero ahora
los míos con una intensi
as, Sofía. No estás sola
rtado... pero lo único que sentí fue
era realmente Alexander.
emprano, lo
labras. Me ayudaba sin esperar nada a cambio, sin condiciones apare
el corazón latiéndome
nder? -pregunté finalmente, obli
pregunta. Al contrario, sonrió levemen
ondió con tranquilidad-. Ahora estás vulnerable, y
Su respuesta n
saberlo
ligeramente, estudiándome co
Pero créeme cuando te digo que no ti
alabras quedaron re
en su tono, en su manera de observarme, me hizo deten
dado todo lo que necesitaba, aú
e, cuando lo descubriera,