Sofia - Vendida al millonario
emociones y agotamiento. A veces, cuando lo tenía en brazos y lo veía dormi
as contracciones se volvieron insoportables, pagó los gastos médicos sin dudarl
confiad
ambiar. Al principio, fueron cosas pequeñas. Llegadas tarde, respuestas cortantes cuando le pedía ayuda, una
palabras se vol
sin hacer nada? -me soltó una noche mient
ciéndome en la cama con el bebé en br
ijo -espetó
golpe en el pecho. Sent
? -Mi voz sal
giró y me mir
, pero no es mi responsabilidad.
intiendo cómo el miedo
Pensé
interés en hacerlo. Nunca hubo caricias, besos o promesas de amor. Yo no era su pareja, solo una carga temporal, y e
como si le diera
comida, ropa. Pagué tus gastos médi
ono me hizo
ntien
sobre. Me lo arrojó a la cama, j
e e
montón de papeles. Facturas. Recibos. Sumas de d
é es
s brazos y se apoy
ebes. Más de di
e secó de
-balbuceé-. Yo... Yo
de hombros con
o cuando no tenías nada. Ahora e
esperas que te
fue lenta
. Y sé que puedes
o me recorri
que tarde o temprano pagaría el precio. Solo me había permitid
no había e
lexander se había ido. Me quedé en la cama, con los papeles aún en las m
mil d
ma así? No tenía trabajo, ni din
n la que estábamos atrapados. No iba a quedarme
en mi pecho. No tenía un plan, solo la urgencia d
biberón, la poca leche de fórmula que tenía. Revisé los cajones en busca de algo de dinero, pero apenas enc
eta y tomé a mi bebé en brazos, asegurándome de que estuviera bien en
eniendo la respiración, cada crujido del suelo me parecía un grito en medio del s
a tocarla, una voz detrá
crees que
el corazón e
puerta de su oficina, con los brazos cr
? -preguntó, con una calma que me
obre la mal
poco de aire -intenté decir,
na risa baja y ne
abes que odio
a mí, y por inst
a. No hasta que me pa
la maleta y luego a m
que subas de nuevo y
ática. Sabía que si no me ib
ue, en este momento,
insistir, no cuando Alexander me tenía atrapada. Apreté a mi bebé contra mi pecho, sintiendo có
autosuficiencia y ext
denó, señal
se tensó d
sidad de eso -intenté de
, como si le estuviera hablando a una niña que no entendía el pel
con fuerza. No ib
der suspiró con falsa exasperación y se acercó
que debe ser -susurró-. ¿O crees
anta se
ntí, pero él solo me mir
spués de todo lo que hice por ti, despué
ágrimas, pero parpadeé rá
de alguna forma.
cabeza, fingiendo con
on diversión-. Oh, Sofía, ¿cr
ó un poco más, obligándome a s
teresado en conocerte -continuó, como si estuviéramos habland
ó. Sabía exactamente
diendo la cabeza-.
momento y luego suspiró, sol
erlo... todavía. Pero créeme, Sofía
la maleta del sue
scansa. Mañana hablaremos d
do el peso de sus palabras c
apatoria. No
la otra mano, y di media vuelta para subir las escaleras. Pero den