Atracción, irresistible, prohibida y fatal.

la semana se habían estado evitando luego de su última pelea. Ambos estaban decididos a terminar el pr

r -dijo Ainara, ro

uro, cruzando los brazos

tratando de ma

tenemos que terminar este proyecto. ¿Pode

piró, per

entarlo, el proyecto no

nte y no puedo sacar ma

ro sacar malas nota

recer sería una misión titá

gunos momentos de tensión, lograron avanzar significativamente. Ainara se sorprendió al darse c

regresaron a sus casas, para prepararse

•:•:•:•☾☼☽•:•.•:

uisimeto y a medida que las agujas del reloj ava

as, pronto serán las seis de la t

A

de Ainara brillaban cálidamente en la oscurida

el ceño al rec

? Esta es la casa de Ainara

a-. Esta cena es importante para todos nosotr

u parte, estaba en la cocina ayudando a su padre, Francisco, a preparar la mesa. Cuando escuchó la p

í? -pregunto so

o deseaba que no fuera la casa de ella, así que

rado. Francisco y María intercambiaron una mirada có

ista, pasen por ac

sco -dijo María

ras que Ainara frente a su padre y Mauro frente a su mamá. El silencio er

-exclamó María intent

riviales. María y Ainara tenían una convers

o importante que anunciar -dijo Francisco con una

sus mentes pensaron lo mismo, teniendo la esperanza de estar equivo

auro -luego miro a su hija, quien quiso replicar, pero no lo permitió-. Ainara, María es mi novia, a pesar de todo

do casarnos. Queremos formar una fam

nara y Mauro se quedaron boquiabiertos, incapace

sarse? -la voz d

. hermanastros? -pregunt

que su padre estuviera tomando esta decisión sin consultarla. Mauro, por su parte, sentía una oleada

sto sin decirme nada? -pregu

para todos. Queremos que sean felices, además te lo comente en una ocasión

que esperen que aceptemos esto así d

verlo desde nuestra perspectiva. Queremos ser una fam

ptamos -di

erdo con ella

y desesperación. La cena continuó en un tenso silencio, cada uno p

ente de la mesa, su silla

oz apenas un susurro, pero cargada de despre

ecesidad de confrontarla, dejando a Francisco y Mar

a -llamó Mauro

ó, sus ojos l

¿Venir a regodearte de

azos, su expresión

s que encontrar una manera de lidiar con es

su rabia apen

upone que voy a lidiar con vi

pasando una man

cura. Pero no ten

miraban en silencio, ambos conscientes de la tormen

guntó María, su voz temblando ligeramente

sco, tomando su mano con firmeza

cios incómodos, mientras cada uno de ellos inte