El secuestro de Laura, un vuelco al corazón.
as en toda su extensión, el cual no todos podían ver si se encontraban en una de las "habitaciones" de este
jaban un complejo y oscuro laberinto. Las rejas que rodeaban y delim
n robado o
rasero donde se practicaban algunos deportes. Su cabello ondulado parecía moverse ligeramente con el rá
que ella escondía en uno de los bolsillos de su uniforme, mientras que las gotas de sudor de mi
primera
s Hombres de Negro!
nto había escuchado, y de repente, se detuvieron en una fotografía en la que a
ante devuelvo el rollo de periódico a Sinaloa, sin q
dad? -le comento a m
nde Milly con un tono de picardía. -Y además, ro
-pero más allá de estar muy guapos los dos y de ser una au
sa un mechón de cabello por detrás
Colombia, pero ¿acaso crees q exista la posibil
ma, el cual hizo que me despertara de un salto y apagara el reloj sin
que más da, al final los sueños son solo eso y no sé para qué me preo
manta lila, mientras que mi cuerpo comienza a hela
por tan solo un momento. Era el mes perfecto para derrochar tu estilo con abrigos de piel falsa, pantys g
ansados y el enorme deseo de tumbarme en mi cama y cerrar los ojos, caminé hacia el baño y me
traban mis padres discutiendo, siempre que estaban juntos era la misma historia. Esto
días. -l
trataban de ocultar que no pasaba nada, al cuchichear a mis espalda
arada donde me esperaría mi ami
máforo y esperé ansiosa al hombrecito verde. Sólo quería ir
e?. -Me pregunta Milly después
mis hermosas orejas del frío. El clima parecía e
s a bailar esta noche a
dio sentir tantas per
suplicó Milly haciéndose lo más peq
pudiera decir nada. El semáforo se puso
avanzando a mi lado c
tí por enésima vez, pero sabía q
? -hizo un pequeño gesto con sus ojos
eré mis pasos y traté de desenga
ra un
ando me alcanzó. Simplemente tenía unas piernas much
no vas con Anddy? -Me volví hacia ella con rabia y
-Asentí con la cabeza y nos pusimos en marcha de
ayoría de las plantas estaban tiesas esperando que el
de mi padre, pero no se veía por ninguna parte. Respiré aliviada y saqué del bolsillo la llave de la casa, la cual contenía las inicia
e que se encontraba en el salón, parecido a cuando pasa un tornado, me quité las botas
ras del exterior. En la meseta de la cocina encontré el portafolios de mi padre, al parecer lo había dejado, al tomarlo en mis man
oto, en la cual se encontraba mi padre con otra mujer y dos adolescentes. Quedé c
cerré los ojos y respiré profundamente. Apagué el m
su mirada dominante. El sonido de sus zapatos se acercaban más y más y al mismo tiempo, mis sentimientos
aquí? -miré la cara d
ía tras esa máscara. Ahora iba a ordenar y a interrogarme para saber porque me en
mos y que por años hemos aguantado tu machismo, soberbia y
: -Laura, ¿qué sucede? jamás
empieza a sonrojarse y las venas de su cuello a alterarse. Cuando su voz ame
e para hacer las labores de la casa. -Ahora gritaba y en su expresión, no
eve sola hacia su mejilla y se escucha aquella cachetada con ira que se desprendió de mí. Él me respondió de i
rder, pero lo ignoré y apreté los l
do lo que se merecía ese poco hombre, pero a l
te por mi piel paliducha, así que, dejé que mi pelo castaño cayera sobre mi mejilla y me di un par de golpecitos en la otra pa