La Rosa Blanca
scaleras y salimos del
samente
. Ash mantiene un brazo a
ado izquierdo. Su man
a, señalando con la cabez
ecado. Mancha mis rodilla
en mi
mía –
sh se abren d
ién
do a otro con firmeza. N
a mi
mos al paseo de vidrio qu
e Ash. Es como si la noche
conmigo ahora. Aprieto
usita en mi oído, con los
jo de h
intentando sacarlos a u
de Garnet–. Así que cáll
vamos? –
transporte
onces, ¿cuál
? –replica, deteniéndose
ucciones de un manual? Es
Si tienes una
ez–. Lo que sea que con
Ash, mientras continuamos
sh masculla algo
nde vivía Ash, doblamos a
adentramos en el ala este má
l ala de los sirvientes?
ja y me dispara un
s la c
en todas las ayudantes
do, pero Ash
ciert
t res
mo lo
–replica As
nsforma en una mueca al
llo. Se quita el abrigo del
nz
Me lo pongo. Las mangas c
blemente, recuerdo la bat
nérmela en mi casa en e
ar era dejar mi hogar para
puer
Mis dientes castañetean antes de salir al exterior.
a puesta, pero él sostiene
to de hielo cruje bajo mis
ón de segundos. La noche
ar nuestro camino, pero
ta negra, una estructura b
mos a ella, oigo que Garne
lla
k, y pasamos del gélido
ioso y
is espaldas y una luz s
es se extiende a lo largo
llevó a la Duquesa y a mí
utomóvil negro que me llev
plateado, y también uno az
mente hacia el automóvil
a –in
ía dispuesta, ni deseos
de un
o notará si un automóvil
í. Me desplazo hacia at
et s
o será la primera vez qu
noct
el maletero
mí con una ferocidad que
cana, demasiado asfixiante
hasta que las manos frías
Violet –susu
n y el peso de toda la
a de mi interior cuando h
i cuerpo. Oigo el sonido amortiguado que hace la puer
sale conduciendo march
movimiento que me marea;
ero y el cuerpo de
aliento–, creo que
al que sucedió con las lá
contrae tanto que me due
disuelve en un
n? –pregunto, besán
n en su mejilla golpeada–. ¿Qué sucedió exactamente
abit
na y la respuesta de Ga
e y Ann
–digo–. Comp
por un momento. La culp
urante nuestra huida del
Annabelle en la oscuridad
u ca
uro–. Si no hubier
uerte y autoritaria en
uesa quien mató a Annabe
su hombro y me hago a
a Annabelle. Mantenerla viv
e nos dirigimo
en el camino, el movimi
el abrigo y se l
let,
sto, acurrucándome lo má
iel está
La vibración del motor de
zador y a
surra; su aliento se sie
a deja
con s
o agr
hecho lo m
recen horas antes de que
ero se abra de golpe. La
de Garnet está recortad
aseo? –pregunta con
uda a hacer lo mismo y coloc
de es
algún tipo de callejón
imples y re
responde Garnet
a de hierro pintada de b
ior del
cerrada?
los sirvientes y las sus
ndo –s
s frío y estéril. Garnet t
s pasillos largos que son d
. Mis pies se pegan al
e vamos?
linterna hacia la izquie
n no te dijo por casual
rarías
e yo estaría m
ie
la esquina donde dos pasillos se cruzan, observand
donde hay un cartel con
itut
de com
ient
derecha a través de dos p
cor
una puerta que est
da –in
abriendo la puerta. Enc
y resplandecientes aparec
de puertas cuadradas. Tod
no logro pronunciar
–dic
–la idea de que haya ta
más frío del que tengo.
piel de la
que no –
aquí? –pregunto. Cuando
uesa, Raven estaba práct
oz. Debo mantener las
o mis inst
raga
na forma de
Raven? –pre
do. Mis piernas comienz
–. La sustituta de la Condesa de l
et mueve la cabeza de un
eñado en salvarte la vida,
an al girar la manija y jal
cí
re que estab
acercándose a mi lad
comenzamos a abrir todas
emos abierto siete cámara
ba
io
mirada hasta la bolsa n
mos de la superficie de m
ara abrir la crema
go–. Yo
allera y descubro un rostr
e me dificul
s Raven –
n lado a otro, con l
con
do–. Pero l
Dahlia, la que estaba bus
frente helada.
e toda la situación. ¿Qué
no esa chica, o la leona,
r obligarme a admitir est
forma de hacer
n, susurra una
nso. Y no e
a la chica cuyo nombre
metá
scando –le
chicas más, pero no
pregunto. El pánico comi
de mi
pero sus palabras carece
e saber si Raven compren
no la hayan encontrad
, con las manos en los bo
en la morgue
estás aquí?
encoge d
ando Lucien descubra que
cho en años. Pertenecer a la realeza es muy aburrid
a su sustituta justo dela
masiado bueno p
odias tanto
n ella durante dos meses–dice G
nte, tiene
or toda tu vida –Garnet
yo sea tan
r una puerta de hierro qu
mano de Garnet sale dis
or varios segundos, no h
undible de pasos y voce
condernos –
gunto–. No pu
erda, y la linterna de Gar
pado junto a uno de los c
más alejada. La puerta e
an con l
–sus
? –pregunta Garnet mien
nterna enfocada hacia a
ntas sustitutas muertas
más fuerte que la aversió
ondernos aquí dentro hac
ntumecida
–dice Ash. Abro la pue
a mis pies a moverse, a
hasta que estoy recostad
están tan cerca que por porrido débil. La linterna se
imero; despu
do y me enc