La Amante del Magnate
fiti de palabras obscenas y dibujos sin sentido. Las puertas automáticas que deberían dar entrada están descompuestas, manteniéndose completamente abiertas. Ella camina con confianza, adentrán
e a humedad bañó mis fosas nasale
estrecho departamento de mala muerte. Las paredes estaban manchadas
prisión -se encogió de hombros-. Aunque no acostumbro a q
d acumulados-. Este sitio no sirve para vivir.
uno de los asientos, recibiendo un quejido por parte de
fuera prácticamente una niña, pero déjé antes de entrar a la cárcel
levantó ambas cejas, añadie
í a desafiarla, viendo cómo su expresión se tornaba más seria -. Sé que investigaste lo que te pedí después de s
ansiedad y preocupación, llenaba el ambiente-. Te meterás en problemas, esa persona ahora mismo se ha vuelto inalcanzable, ha obte
tros de distancia, haciendo que nuestras miradas convergieran-. Busca en ellos
os alguna de las emociones mencionadas. Sabía que era imposible encontrar ninguna; ella ta
mbre y apellido. Todo lo demás correrá por mí, y
lan. A pesar de que cuando nos conocimos en la cárcel y terminé por contarle todo lo que tenía en mente, ella me apoyaba. Pero parece que ahora ha descubierto ciertas
iendo que la tensión en el aire se hacía casi palpable mien
uerdos que parecían dolorosos-. Así que me puse manos a la obra, investigue mucho, pero descubrí tan poco. Entre eso poco que d
sí que te doy nuevamente una oportunidad de elegir; lo hago porque fuiste mi única verdadera amiga tanto dentro como ahora fuera de prisión. ¿Qué harás, Nora? ¿Te irás y harás la vida que s
a mano en mi hombro como solía hacer para darme valor. La calidez d
eguiré contigo. Nuestros caminos, a parti
a ciegamente y dejaría mi vida en sus manos, aunque tuviera que morir por ello. Era el tipo de a
, y entonces su rostro s
dí? -asintió, preparándose para darme
ó, su voz baja pero clara-
se era el primer paso en mi camino hacia la venganza. La figura de Kenneth Goldwyn
peranza comenzaba a florecer en mi interior. Este era solo el comienzo. Estab
su advertencia resonó en mis
demasiado tiempo, y no pienso dejar que
uevo capítulo comenzaba. Era una jugada arriesgada, pero estaba dispuesta a arriesga
ante, sintiendo cómo la vida comenzaba a cobrar sentido nuevamente. L