EL RESPLANDOR DEL ÁMBAR
ba
nto a la ventana, pero mi mente está lejos. Después del encuentro con Maximilian anoche, me quedé vagando por el centro comercial hasta que se hizo
ato, sentarme en este aula me da la ilusión de
do b
sido mi amiga desde el primer año de universidad, y aunque nuestras vidas no podrían ser más diferentes, siempre hemos sido inseparables. Ella viene de una familia más
apenas pudiendo ma
i rostro. Sé que me veo agotada, con los ojos
-dice con decisión, sin
ontarle todo. Si alguien puede e
nque suelo encontrar consuelo en ese olor, hoy no siento nada. Miro la taza que tengo frente a mí, incapaz de conc
da, -dejo caer,
gundos para procesar lo que acabo de decir, como si no pudiera cr
tar, pero yo ya he bajado la mirada
cómo mis padres me echaron de casa, y de cómo terminé durmiendo en el baño de un centro comercial. S
compasión, pero también de una especie de
n la voz baja, llena de rabia contenida-. Y tus pad
ágrimas asomarse de nuevo-. Pero est
tuviera sopesando sus palabras con cuidado. Finalmente
rmeza-. No pienso dejar que
orprendida por la s
es un lugar enorme, pero tengo una habitación libre. No será
Laura era mi amiga, pero nunca esperé que
ue mi corazón se aligera con la po
en esto. Samuel y tus padres pueden haberte dejado, pero yo no. Eres mi mejor amiga,
vitar sentirme un poco más fuerte, como si al m
ndo contener las lágrimas de ali
ue estés bien. Y ahora, lo más importante es que tengas un lugar donde estar y pe
en el "después", pero al menos ahora sé que no estoy completamente perdida. Laura ha ab
años en la universidad, una pequeña estantería repleta de libros, y muebles sencillos pero cómodos. Me muestra la habitación libre, un peq
dice, sonriéndome-. No te preocupes por
de esperanza. Sé que todavía tengo un largo camino por delante, pero al men
verdad. No sé qué
ado y me da un suave
Ahora descansa. Mañana será otro día, y e
mi mente sigue llena de preocupaciones, el agotamiento finalmente me vence. Por primera vez en mucho
s a L
as po