EL RESPLANDOR DEL ÁMBAR
ba
puede cambiar mi destino. Pero hay días en los que el cansancio pesa más que la esperanza, y todo lo que quiero e
de enfrentar la realidad. Mi mamá ya se fue a su trabajo en la tienda de abarrotes y papá, bueno, hace lo que puede con las reparaciones esp
arte de mi universidad, y por más agotador que sea, al menos me mantiene cerca de mis sueños. Seré la primera en mi familia en graduarme. A veces pienso en lo orgullosa que estaría mi mamá si supi
limitado, así que mis cosas están organizadas en pilas perfectamente calculadas. El
n a levantarme cada día. "Nos vemos esta noche, amor", decía el último que me envió anoche. Sus palabras, aunque simples, tienen un poder que
incipio, me intimidaba estar con él. Sentía que todos a su alrededor podían notar que yo no pertenecía a ese mundo. ¿Qué pensaría su fam
cosas de las que no tengo ni idea. Me esfuerzo por no parecer fuera de lugar, pero sé que no soy como ellos. Mi ropa, aunque siempre trato de
es increíble, nunca dejes que alguien te haga sentir menos", me susurra cuando nota mi incomodidad. Y quiero creerle, de verd
no. Es Samuel. Me toma un segundo decidir si debo resp
intentando sona
u día? -su voz, suave y segura
tirando mi espalda mientras me apoyo contra la pared. El
o esta noche a la cena de mi familia? Es a
pre me siento como una extraña. No es que no me quieran ahí, pero tampoco es como si me acogieran con los brazos a
a inseguridad me invade. No quiero decepcionarlo, pero la idea
amilia te conozca mejor -insiste, su voz dulce,
do, aunque mi estómago
lado de la habitación. ¿Qué es lo que ve Samuel en mí? ¿Qué será lo que su familia ve? A veces
uede cubrir los gastos y con un futuro incierto que parece estar siempre en el aire. La universidad es mi ú
o día. Sé que, de alguna manera, sobreviviré a e
os esta
bienvenida
oportunidad a esta hi
ibros, ojalá puedan pasarse por allá para v
emos d