Me acosté con mi Jefe sin saberlo
de febrer
. Bostezo y me estrujo los ojos para despertarme, de pronto la respiración fuer
¿dónde jodidos estoy? El pánico comienza a subir por mi garganta. No reconozco es
nios pasó
recue
da
emonios terminé en este lugar? ¿
repierna me hace jadear de dolor. Anoche... anoc
mi bolso. A varios metros de lo que parece la puerta de esta habitación hayo
e produc
». En unos minutos vuelvo a mi triste vida y nada ha pasado. Me visto como puedo, el bost
diste cuenta no so
bolso y mis zapatillas caen a
, se estruja los ojos y una sonris
no hace más nada que verme desde su espaciosa cama. Una vez tengo calzado mis zapatillas, recojo
me garantiza salir con vida de este lujoso penthouse? -frunce el ceño -. El h
temblar... Vaya que es guapo el condenado. Por lo menos no terminé en la cama del bar
me los labios, cosa que me pone nerviosa porque no sé cómo terminé aquí, y mucho menos en cual jodid
ono indignada p
initivamente a este hombre le faltan unos tornillos o de verdad es un psicópata que
sayuno y así no
dud
la vida. Por primera vez me hago caso a mi razón... Salgo de aquel lujoso penthouse como alma que lleva el
ez acerté al acost
fundo y pid
día acostada. Ya mañana me tomaré el día para arreglarme y
hace so
y una cosa que me hace fruncir el ceño y es... ¿Cómo jodidos t
1 de febre
s quienes me preguntan por mí guapo acompañante del viernes, al parecer ellas tampoco saben de dónde salió... Solo
o le doy im
mental de todas las cosas que tengo por hacer hoy: limpieza, arreglar
cuando me doy cuenta, caigo en mi cama con dos p
de febre
que suene mi despertador. Me levanto corriendo al perc
dici
mi cutis no le h
aceituna ¡Por favor! -ruego con los
uila. Mi cara está intacta, sin imperfecciones.
inar de preparar todo, la noche anterior dejé las
ta habitación. Pantalones negros, zapatillas ejecutivas, blus
ulos contorneados y labios de un rojo perfecto, me echo mi perfume favorito de la
ardia de seguridad con una amable sonrisa. Local
y es tu día y debes comé
en el estacionamiento de un lujoso edifi
una vez más en el espejo retrovisor y bajo. Con paso seguro camino hacia el ascensor, saludo a la recepcioni
a piso se va quedando personal. Este edificio es increíblemente majestuoso. Para la primera entrevista tuve que cuidar que mi mandíbula
a hablar con Rocío Flores, la chica con la q
saluda con una amplia sonrisa-. ¿Pre
ima! -exclam
y a hacerte un pequeño recorrido por la emp
ent
de cabello corto, negro azabache y mirada turbia, voltea los ojos-. Esa que me acaba de ver
a... me las quedo viendo... ellas tienen una especie de hu
uelta a
eloj y me doy cuenta que falta poco para que comience la jornada de trabajo-. No quiero ser grosera, pero podrías
ío llegarán tarde y el ogro termin
. Trato que el desconcierto no se note en mi rostro, pe
trabajaré para un
otra es burlona... no sé cómo interpretarlo. Desde la llamada del viernes
solo una broma -
las dos -muerdo el interior de mis mejil
u lugar de trabajo, tus co
que no debo preocuparme por nada. Me quedo sorprendida por su cambio de aura, a simple vista parece una de e
va y la sala de reuniones. Las manos me comienzan a sudar, respiro profu
pleados parecieran que cagaran luj
ma. Sabía que el puesto era bueno por su paga. Imagino que nos han de remunerar bien por aguantarnos-. Como podrás
ow
ando veas al Ogro Sá
uriosidad, si no es un viejo verde, ento
lmente querida, tu misma saca
otras me escanean tres veces antes de darme la mano. Me lleva a unos cuanto
trabajo, donde está el archivo de las c
los demás? -cuestiono al darme cuenta que estamos e
e un olor muy masculino que me hace casi suspirar. Mónica está pál
o, no tolero a los intrusos. -ahora la qu
vo
vo
en las palmas de mi mano, me digo que es un sueño, pero no, no lo es, no se siente como un sueño. S
PUED
. no pue
jefe sin saberlo!