Luna de Traicion
ies. Las luces de Nueva York parpadeaban bajo el cielo grisáceo, y el ruido constante del tráfico era apenas un murmullo distante. Era el final de otro largo
éxito, una mujer que había conquistado el mundo empresarial con una mezcla de inteligencia, tenacidad y una voluntad de acero. Pero
so que parecían ver más allá de lo visible. Aparentemente serena, pero en su interior, la presión era constante, una fuerza invisibl
rencia de Innovación Global, un evento que no solo se trataba de exhibir las últimas tecnologías, sino también de medir fuerzas entre las empresas más poderosas del mundo. Elena había asistido a muchas de est
ndola de sus pensamientos. Era un mensaje de Victor
. Información adicional so
, todos en la industria lo habían hecho. Era conocido por ser un líder implacable, su empresa dominaba el sector de la tecnología de seguridad y d
estidor adjunto a su oficina, donde guardaba un guardarropa selecto para ocasiones como esta. Mientras se cambiaba de su traje ejecutivo a un e
evento de este año. Las luces brillantes y el murmullo de las conversaciones llenaban la sala, un escenario donde los t
unos colegas y rivales, intercambiando palabras corteses y vacías, mientras sus ojos escaneaban la
traje perfectamente cortado, y una expresión de calma peligrosa en su rostro anguloso. Su cabello oscuro, peinado hacia atrás, acentuaba sus ojos grises, que parecían absorber todo a
e volviera su atención a los hombres que lo rodeaban. Elena respiró hondo, recuperando el control sobre sus sentidos. Aquel hombre era peli
gico, pero siempre consciente de la presencia de Damien, que parecía seguirla, aunque nunca de maner
de una compañía de software emergente. La charla era interesante, pero sentía que su atención se deslizaba hacia la figura
e sintió su presencia justo detrás de ella. El calor de su cuerpo contrastaba con la frescura del salón, y l
de un poder que hacía que los demás presentes se callaran au
ía admitir, pero su rostro no mostraba ninguna señal de la emoción que bullía bajo la superficie.
la, como si estuviera a punto de revelar un secreto. "Aunque estoy
o llegaba a sus ojos. "Eso d
cierto. Espero que tengamos la oportunidad de hablar más a fondo esta
sintiendo que cada palabra era parte de un juego má
antes de inclinar la cabeza en un ges
hombre que la hacía sentir como si estuviera al borde de un precipicio, a punto de saltar sin saber
ferencia, sabiendo que esta noche sería el inicio de algo grande. Al
ahora, la loba debía continuar cazando en
rturbaba; era la sensación de que él la veía tal como era, más allá de la fachada de CEO impecable que mostraba al mundo.
iente, cómo utilizar su encanto y su inteligencia para extraer la información que necesitaba de los demás, todo mientras mantenía una sonrisa imp
en W
en que Damien la había observado, en el tono de su voz al decir su nombre, que la había mantenido en vilo durante toda la noche. Mientras s
ueva York, su mente seguía ocupada con lo que había sucedido en la conferencia. El poder que Damien proyectaba no era como el de otros hombres d
nterrumpiendo sus pensamientos. Al sacar
re Wolfe. Debemo
, y si consideraba que necesitaban hablar, significaba que había algo importante que debía sa
aba la puerta. La decoración era impecable, moderna y minimalista, pero carecía de vida. No había fotos familiares, ni recuerdos personales v
xión que había sentido con Damien Wolfe. Era peligroso, lo sabía, pero también irresistiblemente intrigante. Sentía
r. Desde ahí, observó las luces de la ciudad, como si buscaran consuelo en el bullicio distante. Nueva York era su reino, un lugar donde había cons
evo, y esta vez era una llamada. Al ver el nombre
au, su asistente y confidente, era alegre y relajada
spondió Elena mientras se dejaba caer
s peligroso," bromeó Izzy, pero su
en la mirada de Damien. "Pero también es alguie
ya sabes dónde estoy," dijo Izzy con su habitual confianza
e Izzy aportaba a su vida. "Te lo recordaré. Nos
que ese lobo se meta en tus sue
palabras de Izzy resonaban en su mente. Sabía que Damien Wolfe no se iría fácilmente de sus pensa
sonrisa enigmática y la promesa oculta en sus palabras. Algo en su interior se encendió, u
a un lado. La noche en la ciudad continuaba, pero para Elena, era sol
qué secretos escondía Damien Wolfe, y si estaba preparada para enfrentarse a
inalmente se dejó llevar por el sueño, sabiendo que en su mun