El Secreto del CEO
s bragas que le
rad
en su dormitorio, pero l
preguntó a Mateo cuand
ito que
n claro es que soy tu prisionera y la esclava de
debemos aclarar y pauta
nía para decirle ya que era evidente que ese hombre n
, te e
eres la esclava de Izan, tu interacción con él será por poco tiempo,
en tu palabra, luego de que le diste carta blanca a tu h
– se acercó a ella, pero ella se puso de pie y se alejó – lamento mucho en las c
tando de convencerla que era una buena persona,
no sé ni que
que no dejaré que baje, con una tarjeta de crédito asociada a ella, para que gastes en lo que quieras. También tendrás un coche con chofer a tu disposición, para que te lleve donde q
da – int
lo tanto pretendo que te c
ear en tu silla como hacen en las películas? – la pregunta era
que me refiero, p
o no
tir en un calvario y si eso pasa, créeme cuando te digo, que desearías no haber nacido – el corazón de la joven se agitó y se le dificultó la respiración – Lo que pretendo de ti es muy simple, cuando haya gente presente te comportarás como mi esposa e incluso me acompañarás a todos los eventos que te diga y, a menos que te esté
e he co
, serás independiente económicamente. También necesitaré que te compres algunas ropas, sobre todo algo para un cóctel que tendremos el lunes
articular o
o, tal vez blanco o marfil, zapatos al
ién sean a juego? – preguntó irónica,
rselo a Izan como es qu
plir como esposa de Mateo, sino por ese último comentario y
en
untárselo a Izan co
, no solo eran idénticos, sino que se oían y hasta olían de igual forma. Esto iba a enloquecerme. De pensar en que se acercaba la hora de la tan desagradable visita hacía que mi estómago se revolviera, nunca había despreciado a nadie en mi vida, pero
tardes Se
nas t
e puedo ser
té que calme un
con tilo, es lo mejor para e
por cierto, llámam
llamarle así, el señ
uestro pequeñ
delante de otros tendré
mo g
a. Buscaba dormirme, tan profundamente, que cuando