La obsesión del mafioso alemán
ítu
na Sc
se dé cuenta que estás nerviosa por un hom
ás de él mirando que haré. Observo la mano de Erick y paso de largo hasta el mafioso
torio.-Es por eso que estas aquí Erick, para proteger a mi mujer. Te he contratado porque Dimitri mi mejor amigo y compañero de toda la vida me ha dado muy buenas referencias tuyas. -mi espo
o, señor... -el alemán mete las manos por debajo de
s especiales, señor Spence
o, señora. -¡¿con esa
es para el hombre delante de nosotros. Erick lo mira y arruga levemente las cej
ergüe
uyendo de allí, debo mantener mi posición erguida para no ver
a reina del rey de la mafia, pero Adler le gusta que este al pendiente de las cos
el alemán se da cuenta que he estado cuidándome con anticonceptivo
además una sopa de verduras y postre de
hoy ha sido un día tan agotador y lleno de
eo que ya nunca podré salir. Aplico un poco de crema de perlas sobre mi piel. Me tenso al escuchar la pistola
-habla mientras saborea la
la puerta rogando al dios que me este e
al borde de las lágrimas. R
una toalla que solo envuelven su cintura hacia abajo. Tiene su cabello rubio recogido en una coleta alta. Quita los anillos y cadena
. -quita las sábanas que
r mi cordura. Lo observo relamerse los labios. Jala de mi pie para colocarme en el borde de
o pega contra mi rostro y prefiero asi; en estas condiciones prefiero no verle. Mi vagina empieza a dolerme, no si
rrebatarte de mí lado lo mataré, lo despellejaré hasta que no quede nada de él. -sujeta mis mejillas para que lo vea-Si decides dejarme,
uerza, gimoteo para que se detenta, per
todos los días tu muerte y no descansaré hasta que un día venga alguien a casa y diga que la mafia italiana,
oza una sonrisa. Aprieta mis senos con sus enormes manos. Inclina un po
echo, realizo caricias
oca. Camino hacia el baño y me recuesto contra la pared. Respiro y respiro. Un día esto va a acabar, un día ni siquiera voy
y brinco, abro
uestro baño, escupe en el lavabo y vuelve a mirarme con insistencia. La espuma ta
os. Es la primera vez que Adler me p
uiere es ganar puntos contigo. -apoya sus manos en
.? -abro los ojos al sent
dian, son como estúpidos esclavos llenos de tatuajes y... -
no,
o mucho, no?-mi
ría que estar pendiente a lo que no... -mi rostro se gira por su abofetada. Llevo mi mano hacia es es
valiente para hacerlo. El alemán suaviza sus facciones, lleva una de sus manos hacia el puente de s
y eres un hombre de treinta y ocho que se comporta como un crio adolescente con novia nueva. -ab
lzo la mirada
n... porque en re
sola vez me has amado? Seis años a mi lado ¿Nunc
abitación cerrando la puerta de un portazo. Me desplomo en el suelo. Mi cue
to. Temor. Ira. Odio. Temí tanto que volviera esa noche y acabara con mi vida con una bala en mi cabeza; pero
ia antes de disponerme a darme un chapuzon en la piscina de la mansión. Angie me trae un poco de capuchino mañanero, ese que me encanta tomar a d
en Bramen-intento no sonreír al escuch
ia vuelta, pero vuelve a gir
la noche en el restaurante donde la llevó a cenar por primera vez. Que u
en nuestro viaje a París. Angie me ayuda a aplicarme bloqueador antes de marcharse. Me ti
ea que no soy lo que piensa y me deje ir, vuel