Casandra
ól
e los capos más peligrosos del Estrecho. Éste, estaba asociado desde hace más de una década con los Rojas. El padre de Zeus Rojas. Ambos capos d
izo una señal para detener a los hombres que le acompañaban a la reunión. De sobra
e está usted mejor
taque de Pedro Manchilla
ó el viejo, hizo un gesto para que le aco
el estómago cerrado. Porque, hacía mucho tiempo que ambas familias
o tengo mucho tiempo. ¿Para qu
n, seré lo más conciso posible. Primero, quiero darte el pésame por tu padre. H
rcasmo en su tono. Admití
chillas te atacaron ese
suerte. Tengo que admitir que, ya no soy lo que era... He perdido a muchos hombres, territorios, valores y poder...
n. Pero poco le importaba a Zeus, no quería nada que ver con los Salvatierra porque s
puede que le deba la vida, pero yo no. Yo a
colocó delante de él, sin pensarlo dos veces. La espalda le rebotó en su pecho. La sangre salpicó a todas direcciones. Zeus odiaba eso, soltó un gruñido. El viejo se desplomaba en su regazo, al mismo tiempo que apuntaba y disparaba a los intrusos. Entre los pocos hom
mirada, Basil
s presionando el agujero de su pecho le pedía silencio. -. Han vuelto antes de que hablara contigo... En mi bolsillo tengo algo
proteger usted m
idala! - las lágrimas brotaban de sus pequeños ojos, era la primera
cerrarle los ojos, Basil
Por verse obligado a deberle la vida y por acceder a su última voluntad. Lo último que Zeus necesitaba e
cieron el recorrido de la bendición. Se levantó y salió de allí con los pocos hombres que sobrevivieron. Era cruel dejarle allí tirado, pero consideraba que lo que