EL MAL DE LOS BUENOS
ima. Quiso articular palabra, pero no pudo, el nudo en su garganta se fortificó, apri
-. ¿Dónde está él? -Sus palabras atravesaron la presión de sus dientes-. ¡¿Dónde está Gael?! ¿Está allí? -Señaló el gran espejo con su cara-. Él está
co al escuchar la puerta abr
lamó la mujer policía-. Estoy
aba del
s una información de suma i
mación? Est
rla uste
ientras esa especie de conversación
, seguimo
ó Sofía-. Aclaremos esto de una
a silla, recogió la carpeta y salió, cerra
l bolsillo. Presentía que detrás de aquel panel se encontraba el propio Gae
de qué trataba todo ese misterio del bolsillo. Fue así como logró di
erará por ti en la guar
tan poderoso que tuvo que llorar, aunque evitando hacerlo con demasiado vigor, soste
sacó las manos dejando el p
n co
enas. El oficial L. Vos entraba a la sala como un tsunami arrasador y
é su
os ya! ¡Muévete,
o, la joven Sofía se aferró a la masculina mano de ese salvador y no la soltó mientras
Si
pasos de la chica, concentrándose en sus pisadas y en
una camioneta negra y la soltó para pod
¿Para dónde me llevas? ¡Es
dito de Cliff te está jodiendo feo. Sube
os de Vos y subió, aquel cerró la puerta, rodeó la camioneta
ra no tambalearse gracias a l
las únicas frases que pudo gritar ante
e el c
ros estaban en verde. Su corazón estuvo muchas veces a punto de escaparse por su boca, pero ya estaba hecho, era una
, pidiendo por su vida y por la vida de su pequ
dos lados. «¿Estamos en el Ma
as a tu hijo y sales de i
é? P
o no tarda en conve
se imaginaba las sirenas,
susurró, con nuevas
s manos y
te lo juro. -Ambos respiraban con dificu
y se despegó de aquellas manos para de
ie sospechara que algo malo pasaba. De igual manera n
color ladrillo que siempre solía encontrarse cerrada. Le sonri
ndientes hasta dar con el aula de maternidad, siempre sonriendo
él hacia ella y ella levantándolo después para plantarle besos y a
ujer un poco baja de estatura de cabello corto y negro, vestida con el uniforme reglamentario y un delantal estampado-. ¿Está todo bie
un instante, regresand
nr
se ha puesto un poco borde, por eso tardé y él se ofre
emente sus cejas, per
el niño se alejaban a toda prisa, inmediatamente después de que Sofía
el vehículo que aún la esperaba con la puerta abierta. Se
e vez en cuando, alternando ver entre el camino y la im
arse de nuevo. La camioneta fue estacionada entre una Vans y una pared,
en el aeropuerto
creyendo, nadie te perseguirá, porq
endo, se lo demostró en un gesto. Él miró
ero no es nada bueno, como casi todo lo que hace
sa -cortó ella en
as pidiéndole con
antidad que metieron en
Jamás he visto tant
n de quitarte al niño. ¿Sabías que Gael está pronto a casarse? -Sofía
ese matrimonio con
para él. Ahora, de la nada, te quiere alejar metiéndote en la cárcel. Créeme,
bió su e
quiere
o fuerte en su pecho que
cia atrás y trajo consigo un morral
é es
om
para tomar aquel bols
na te va
a que le diera gracia-. Mi
a crédito-. Investigamos rápidamente y supim
Y... qui
ió todo y te e
o...? ¡Esto e
el padre de Liam estuv
an su pasaporte y el de Liam, dos pa
ento? Estos pasaportes
daba una cantidad considerable de dinero, aunque no excesiva. Debajo,
tal vez un abrigo. Cómpralo con ese dinero y deja
s en el apa
a se encar
a él-. ¿Cómo fue que salimos de l
da de eso y mucho menos con
as. Solo... ten bien presente que
yo como si en verdad
con el dinero de ese imbécil? La mejor idea ahora es que no estés aquí. -Vos no quería decirle que era él quien se metería en problemas y que al invest
ión se estaba desarrollando algo grande, que Gael estaba implicado y ella quedaba en medio. También
qué me
ieto, mirando d
efirió responder y sintió
ro. Ella cerró sus ojos, tomó sus pequeñitas palmas
aló y abrió
contigo, te pagaré por
esponder, no solía ser bueno aceptan
a que fuese tomando poco a poco sus cosas, pero cua
-dijo, empezan
buena para el frío, pero t
poco y mirando para a
lo derecho y sacó el papel
tender-. La L de tu nombre. Aquí firmaste co
bios cerrados y miránd
eo
de inmediato estuvo de acuerdo que era
el Vos, ¿nos ve
ás abiertamente, p
e compense por todo esto. Noto que eres duro para recibi
ño Liam comenzó a removerse, así que ya
ofía. Y cuida muc
la camioneta y se
los dos bolsos, fue un poco difícil caminar más a prisa. Cuando faltaban un poco más de cien metros, un grupo de sirenas que claramente eran de patrullas