EL MAL DE LOS BUENOS

, en los negocios, en los bancos, en la política, en los juzgados y en la policía. Él era de Inteligencia y no le tocaba investigar casos cercanos a ellos, pero todos en la estación sabían que el d

Sofía, el cual mencionaba a Gael como demandante. Solo debía buscar a la mujer y llevarla a la estación, ahora entendía la razón de hacerla e

proceder. Tenía que hacer algo pronto, intuía que la querían perjudicar

s cuentas de Cliff? —Ella no respon

que dice en

te? ¿Robas

cuenta que Gael me proporcionó para gastos del bebé hace más de

, no entendió si la respues

a dinero, no podía con los gastos y tampoco podía dejar de trabajar. Intenté comunicarme con Gael, pero nunca contestó. Lo busqué, pero jamás salió. Ni en su apartamento y tampoco me atendió nadie de su familia. Así que fui y tomé la vieja tarjeta, revisé en el cajero automático y vi dinero allí.

determinados y claros ojos

está t

al, a dos cua

tan solo un segundo para revisar rápidamente dónde se encontraba la cámara más cercana—. Vas a e

en negación, mezc

qué más prueba

el apell

etó la m

que él le dio,

do a mirar hacia atrás y hacia una esquina del techo. Intuía que

Maternidad mientras sales de aquí —explicó, mientras

u pecho se apretó e intentó detenerse en sec

e vidrio y del novato, por lo que Vos y

o alguien más les escuchaba—. Sabe que puede pedir un abogado —enfatizó la última

un largo pasillo con paredes y pisos blancos con gris, carente

él lo notó, mientras el otro oficial li

a la izquierda y adentrarse a otro pasillo y posicionars

por no poder ver de nuevo a su pequeño, sobre todo después de lo que el apuesto policía le había insinuado, pasó de largo todo lo demás. No era un

ivan está en la sala de interrogatorios —indicó V

a la puerta y se quedaba afuera, como era lo reglamentario, sino que pare

or lo que asintió, giró su cuerpo hacia la izquierda y atrave

tras de sí. No podía hablar libremen

rsela, por lo que no olvide pedirla cuando venga algún otro oficial a i

y cruzándose de brazos, c

derá con m

dió, prefiri

ción puede brindarle

uiero saber qué está pasando, qué

ándola allí. Respiró pro

era de aquel cuarto y no dentro, donde hacer eso podría significar ot

os, alguien contestó a

necesito

no era un delito, ya que ella poseía una tarjeta que el mismo Gael le había dado. Se preguntó si era una buena cosa o no que Liam tuviese el apellido Cliff, algo que nunca le había servido para nad

reloj de muñeca porque lo había vendido para poder comer. No sabía la hora

or haber aparecido después de un a