OJOS VIOLETAS - SAGA AMOR PROFÉTICO

mientras veo como me encuentran, tomo la iniciativa y sin pensarl

y presiona con tanta fuerza el acelerador que si no es

ra. Tomo el cinturón de seguridad y lo coloco sobre mi cuerpo. Dejo descansar mi cabeza en l

e prot

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dome a la luz que ingresa por la ventana y noto una habitación totalmente diferente. Esta tiene una cama King con sábanas blancas de olor a lavanda, un par de mesas de noche a cada lado de la cama con diseños únicos, paredes color blanco hueso que hace contraste con los muebl

ubre hasta mis muslos. Examino la ropa y me llama la atención la conversación

ana a la Gran Casa – Distingo la voz de una chica y no s

– Un sonido de desagrado sale

erco con un pedazo de la tostada hasta la

s mucho mejor

trajo a la casa y la dejo dormir en la c

h eso me esta doliendo y más porque no sé ni

oche anterior llegan a mi y el enojo por escucharlas insultarme me hacen tomar

tado. El hombre guapo de ojos grises intensos me mira desde aquella dirección – Nunca había dejado entrar a una chica a mi cuarto – Hace una p

meterme debajo de las cobijas antes

hí? – Trato de no mirarlo pa

e mueves mucho y no me has dejado descansar bien – Toma unas uvas y se las mete a la boca de una

anana cubierto en yogurt hasta mi boca, no sé en que diablos estoy pensando que sin dudarlo lo acepto.

, no iba a dejar que te acostaras así, podrías enfermarte. – Había olvidado que este hombre por una misteriosa raz

tando de taparme más para que al menos así

za hacia una puerta negra que supongo es el ba

obijas a mi alrededor liberando mi cuerpo con el minúsculo vestido que ahora se encuentra húmedo del sudor. Camino a la ducha que me sorprende ser bastante limpia y linda para ser propiedad de un homb

a doctora – Me grita desde a

tengo en casa. Cuando he terminado, estiro la mano en busca de una toalla hasta que la siento, la tomo y s

gnóstico: Extremadamente caliente. Trago saliva y trato de normalizar mis latidos y mis respiraciones cuando él da un paso cerca a mí. Alzo la vista y me percato que, así como yo lo veía, es ahora él quien me esta comiendo con la mirada. Nuevamente da un paso mas cerca de mi y por instinto doy un paso hacia atrás hasta que siento la

Su voz profunda cala en mi entre

adelante y sus labios tocarían los míos. Retengo la respiración y siento qu

as gotas de agua que

o mentalmente – Ni si quiera sabes quién es.

envuelve mi cuerpo y es cuando me doy cuenta que este pre

esta esplendida. – Me agacho y noto como su cuerpo se tensa, yo so

ta una respiración enojada por un segundo para luego

ue escucho cuando cierro la puerta del baño

opa aun con etiqueta en la cama. ¿En serio estaba pensando que me

fección en un tono rojo oscuro el brasier casi transparente con detalles de rosas complementadas con un verde y un cachetero en el mismo tono se adhiere a mi cuerpo como si fuera una segunda piel. Me paro y me miro en el espejo de cuerpo completo

bastante bien, no comprendo como

to porque él se encontraba inconsciente. Paso mis mano

ños en copa D – Y obviamente más culo – Me miro de lado en el espejo y

la ducha se ha detenido. Una sensación recorre mi cuerpo y no se si se trata de miedo que pueda encontra

extiende desde ellos hasta el inicio de mi ombligo, vuelvo a mirarme y observo mi figura, parecía sacada de una revista de moda o de esas fotos que hay en Instagram de moda que sale en la sección descubrir. Por primera vez en mi vida logro sentirme sexy y guapa. Un buzo en tono rosado pálido me cubre un poco más que la ropa anterior y siento que ha dado en el clavo con esta elección de prenda, es al

pero aún así lo escucha, lo cual es raro, no es com

deras, el pelo aun esta mojado del reciente baño y unas cuantas gotas duermen en su torso como evitando irse. Trago saliva al inspeccionarlo completo y él s

o y me tiende una chaqueta negra, otra vez, lo miro con desaprobación y él solo esboza esa sonr

el lugar. – Me tiende la mano

unto cuando abre la puerta para m

o esperaba – Pasaremos un momento por mi despacho y luego h

tos de personas de siglos pasados, otros son fotos recientes donde se observan a unos chicos abrazados, sonriendo en un bosque, uno de esos cuadros llama mi atención porque en él veo al chico que va a mi lado, deteniéndose cada que me paro a observar alguno de ellos. Se lo ve mucho más joven, de unos 17 a 20 años aproximadamente, su forma de vestirse no ha cambiado. Ahora tiene una ligera barba y

e hubo algo de romance allí. Señala a su lado a una chica muy parecida a él, pero bien risueña – Esta es Brissa, mi hermana. Y él es Walter – En la foto hay un chico a un lado del grupo, es serio, como si guardara alguna especia de secreto, junto a él hay otro chico que se me hace bien parecido igual

frase por él - ¿Cómo se

historia muy larga y aún no estás lista para conocerla. Te falta a

se apilan en una de las paredes. Amaría comerme todos esos libros. Me digo para mi misma cuando visualizo un par de novelas de las Hermanas Bronte. Una silla en color negro que parece ser demasiado cómoda como para pegarse un sueño luego de una larga noche que ahora yace ocupada por el tipo que me guía por todo el lugar. Un par de sillas menos cómodas se encuentran al otro lado de la mesa llena de documentos muy bien organizados. Me pregunto en que trabajará este tipo que parece tener tanta plata. A un lado del salón se encuentra un par de sillones acompañados de una pequeñ

esa imagen. Parece tan feliz en los brazos de ella. La muchacha de unos 18 años aproximadamente tiene una sonrisa igual a la de Sebastián, sus ojos mieles brillan, un ligero tono rosa está en sus cachetes, su cabello rubio cae en cascada por su espalda llegando hasta las manos de Sebastián que están en su cintura. Ella lleva un vestido blanco sencillo de corpi

contarte esta parte l

endo nada

abos de todo. – Mira la foto con nostalgia – Lo que n

os una pizca para saber donde comenzar cuando tenga que enfrentarm

ne Mar

na ligera reverencia y su cara llena de sorpresa al verme se plasma en él.

y dudo en tomarla. Si bien me salvó, pero no quiero ir allí afuer

esito tomar esta

tas y salgo de la

s exteriores y una chica con un cuerpo de infarto aparece con un par de jugos que

Menciono para aligerar el ambiente

y parece relaja

con mis preguntas. Miro pasar a un par de chicas que me mira

o y no tengo que especifi

, es... - Lo piensa un poco –

y es muy pulcro para ser una oficina, pero tiene d

ste del país, hace un tiempo atrás se planteo abrir una división de Food Fitness pero surgieron unos problemas con uno de los altos mandos de esta zona y al final él se llevo la idea y varios de los trabajadores – Me suena el nombre

ta pregunta o si Leo me responde

e, me preparo psicológicamente para el impacto de su cabeza contra el piso, pe

nuestra comunidad. Lo conocemos, fue un amigo de la infanci

o lo mismo,

. Mientras no seas parte de ella no podemos revelar da

os que

s. No digo más porque entiendo que con esa frase no me dirá más si Eithan no le dice que lo haga. Una chica morena, de ojos avellanas se acerca a n

voz de esta muchacha. Es una de las que habla

iscu

, vete p

te deje venir aquí, te compre ropa fina y bonita, y puedas dormir con él en la misma cama, e

en tinta negra para que se calle, lo cual funciona. Detrás de ella un Eithan m

lla no sabe

a tensión, el miedo y la preocupación. Con la respiració

boca no sabe cuando callarse. – Le noto un temblor fino en el

s, es entendible – Eithan me mira con confusión y regr

a, il mio compagna di vita, de esta manera una vez má

n la cabeza y sale huyen

rman

nna, no

mismo auto que la noche anterior y ni bien espera que me coloque el cinturón