DAMA DE COMPAÑIA
dónde nos dirigíamos ni cuándo regresaríamos a la cafetería. Yo debía regresar a la casa, seg
mientos porque e
a a pens
un derramar las lágrimas, me las contuve, no
me arrumbar a por tan solo darme cuenta de que estaba sola, más sola que nunca
reocupación, no pareces
o Tatiana se detuvo frente a mí y me le
e no estás pensando en que a
o demasiadas c
ieras aceptar, so
a de casa para ir a verla a la cafetería para tomarme un café de 50 centavos y escuchar las historias
is temores y preocupaciones sin saberlo, le hab
a, soy más que una simple jove
ido más de lo que muchas p
años, debemos de celebrar que fi
érez de inmediato. - son una de las mejores familias c
siquiera se percatan de que no estás
tienes que
tás arriesgando demasiado a salir cada noche t
tó los brazos con indiferencia. - Hay muchas peores cos
diferencia, que la frialdad, que el no notar cu
yo no tenía res
jo de color Rosa pálido. Estaba segura que en algún momento habrá sido rojo o quizás de un R
la misma calle muchas veces, sin emb
a especie de bocina telefónica, y una voz fe
uando la puerta se abre
o a Tatiana y, tratándola con leves conversaciones cada noche, pero ja
rtas de cada edificio al que le pas
ncio, volví a se
la puerta en la cual ella se detuvo. Allí sacó una llav
ar que te fueras con esa ro
fenderse, por qué hace
a ponerme. - fue lo
a un lado y señaló hacia adentro para
al notar que el apartamento estaba mucho más lujoso
ay
eso en la coronilla. Tatiana era por lo menos 3 pulgadas más pequeña que ello.
rcó a mí y me dio un abrazo. - es un placer co
e conociese de toda la vida. Entré en calor de forma automá
la voz rasposa, pues ape
da. Tatiana suele ser un poco inten
mo d
iente. Voy a conseguir algo de ro
umpleaños, no
rfecto o mientras abría los ojos de par en
filtrarse de tal forma que todos
había sentido demasiado rápido en confianza con Tatiana y me
torio que apenas comenzaban a hacer experimentos con ella. Jamás había tenido tantos ojos observándome, ni siquiera cuando había estado en el sistema adoptivo dentro del orfanato, all
prestado tanta
igió hacia una puerta, seguí sus pasos sint
maginé, que Yu
ta con seguro en silencio, se dirigió hacia el c
os de par en par comencé a tocar cada una de las blusas que esta
único que sali
ese sea un
visto tanta ro
locó un brazo alred
che es tu noche especial. Vamos a celebrar tu cumpleaños por todo lo alto y será algo pa
omencé a probarme cada pie
el paraíso