DAMA DE COMPAÑIA
único que respondí agachando la mirada
reojo que miraba al hombre como
es que las personas juzgaran a lo
instante en que entré hace un mes
a de manchas y olía a pescado muerto. Ella me había tratado co
o fuese i
da me había sentido como una
esperando que así alguien finalmente se apiadara de mí y me adoptara
e hace
e los Johnson y me sacaría de allí con una patada voladora alejá
jer que se esforzaba en que mi pelo estuviese arreglado, siempre en una c
dí que no era bien rec
yo jamás me di cuenta no hasta que ella lo hizo notar. El hombre e
ía pensar sexualmente en una niña. Y lo peo
ra bastante alta para mi edad. Y eso a él parecía gustarle. Tanto así que su m
n color negro, tan intenso que
ía notado tan solo después de los 12 años, cuan
como: " solo eres una destroza hogares" "de no ser por los 500 dólares que el Gobierno me da por ti, te aseguro q
uellas frases, no comprendía por qué
alvario con el ma
acogida o por unos padres adoptivos, ninguno llegó, tan solo tenía el recuerdo de hab
olamente querían a alguien que le ayudara con los quehaceres de la casa. En el instante en que les dije que yo no había sid
ón. He estado en los peores momentos y creo fervientemente q
cual miró la taza como si esta fuese l
a bolsita de té dentro del agua caliente. La azucarera estaba a un lado y un po
mantuviera despierta algo que me Subí es la adrenalina que me hic
a siempre tenía una mala respuesta que dar a los clientes. C
ose que podían hacer y deshacer en la cafetería y que no tendrían por lo menos una
señor Chong, creía mucho
egado a Cleveland 20 años atrás y había contraído matrimonio con una mu
agua. Agua co
un té. - sin embargo, agarrándonos desprevenida a ambas. El hombre sostuvo la taza caliente y
nios le sucede?!
lo de la barra. - El hombre se paró de allí mientras yo me
agarró la caja de sorbetes y se la lanzó al
e en un intento de
, pero Tatiana sacudiendo la cabeza, les miró y sonrió como si nada hubiese pasado, como si hace apenas tres se
cafetería. Es aquello, había visto otras veces cuando Tatiana me daba los panes
én estaba entre un
ue me había ganado ese mismo día al t
spiro, me diri
rgo rato. Debía de estarle contando a su padr
piadosa que aguantaba, soportaba y dejaba que los demás le pisotea
anitaria, pero no
a mis palmas creando fricción la una con
armas tomar, ella era una persona que no se le q
golpear por personas que no tenían ningún control sobre mí, pero
sta hoy? - Escucho la voz de Tatiana y
é habla
s mayor de edad y puedes emanciparte. ¡Es