Herederos, Kelly y Rodolfo
Ke
la facultad cuand
e abogados que tenía mi padre, me pareció muy raro que me
rdes, seño
íg
hermoso auto, fue un regalo de mi
el regalo, porque cada dos años
auto y a punto de poner m
¿Se encuentra sol
le importaba, pero decidí
iendo de l
le que su padre s
ero me recorrió u
l motor
cir con que tuv
sladaban los señores, sufrió un accidente, cayó in
dazo de agua fría
rodillas y por suerte estaba
nsé que iba a recib
ita Ke
cuc
así lo dispuso el señor el
o pero lo recuerdo bien a Romeo, apenas recuerdo a Rodolfo, a él lo vi en el velorio de
nte y sobre todo se detuvieron
mande un helicóptero
n su pregunta me sacó
porque se cayó el helicóptero y usted q
no era mi inten
a ubicación del velorio y no lo
nicaré al s
o no, esa es mi orden y yo di
creía el dueño del universo, a mí sólo me informaron de la mu
o, poco caballero, ma
cía que allí tendría más posibilidades de sobrevivir, pero era mentira, ella
ás pude volv
madre falleció y me quedé con mi tía, es verdad que mi padre venía a verme seguido, pero
lena, yo le tenía rechazo, ella me parecía mala, bueno,
echo nada, eso t
a es de Rodolfo, creo que lo mandaron a estudiar
durante las vacaciones me llevaba a Disney y me llenaba de regalos, y cuando crecí un poco con él
ia la hice en un in
y parecía que yo estab
iaje por el mundo, de casi dos meses con mis
yo era su única sobrina, ella era soltera, por
anoté en la facul
a no habría excusas p
ábamos bastante dist
quería que yo v
s que nunca le confesé lo que yo sentía y t
que extrañaba el campo, más que
lia y que no me lo quería decir, eso me ll
compañado por Romeo, quién se asombró, porque se encontró con u
ampestres, aunque también tenían empresas fuera del campo, pero m
todos los meses me depositaba una suma enor
praba colecciones interminabl
e galas, voy a bai
co, éramos jóvenes, nos vestíamos de otra manera, pero mi padre insistía,
uiero fiestas, ni ropa, ni nada y er
mi casa c
que mi padre había fallecido, me p
o sabía con que me iba a encont
as, prefie
para vos,
efiero ir sola
recibida de veterinaria, nunca me dijo que volvier
incontrolable, no sé sí mi cara estaba más mo
a iba a llegar, todavía no me mandaron la dirección del velatorio ¿Lo e
dría que habe
o le pesa la mano para mar
cómodas, las compré en Italia y si bien eran de taco alto, no se sentía el alto del taco y me resultaban muy oportunas para
idad y sobre todo, confiaba en mi hermoso auto, con l
n cualquier cosa, p
ás pisaba el acelerador, me quería probar que yo podía man
cía, mi padre no me lo llegó a pedir y yo era
allí y que todos me respeten, porque entiendo que la gen
oco, porque ese infeliz de
mantenerme despierta, aunque estaba tan enojada y tan fu
de las diez
sentí todas las miradas en
tenía una hija, aunque creo que no era
para ver si había alguna mujer llorando por él
a los demás, tenía ese porte de señor, que parec
a el idiota de Rodolfo Orellana Coutol
o