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Un hijo para el multimillonario

Capítulo 6 La visita

Palabras:1133    |    Actualizado en: 28/01/2024

a. Como siempre. Sonó el intercomunicador y ella frunció el ceño: ¿quién sería? Moira

?—ella

jo la conserje y ella frunció aún más el ceño

nada—Resp

dice que es

anika se aceler

r en su lugar. Danika quedó muy sorprendida, pues Hernán nunca mantuvo ningún contacto

Respirando profundamente, la abrió y sus ojos

eguntó, con los

?—Preguntó el reparti

oy yo

a sonrisa—Tu marido fue quien la envió y aqu

rac

—Le preguntó y ella le abri

nlo sobre la m

miró el ramo. ¡Nunca había recibido uno! Mordiéndose e

informarle y felicitarla. ¡Vamos a

información que contenía era conmovedo

, colocando su mano sobre su

debía hacer. No podía decírselo a nadie. No pudo compartir la noticia con su madre.

as, vestidos, libros, joyas, zapatos… Siempre co

—Dijo sonriendo. No es que fuera una mujer ambiciosa, pero le complacía saber que ese ho

entirse mal, como el médico le advirtió que sucedería.

timbre y acab

tó del suelo sintiéndose terr

, vio a una mujer mirá

la señora

que se sentía mal y ta

cuello de Danika con sus b

r luciendo muy feliz—

por los hombros, mirando a la muje

pero ¿quién es usted?—pr

hizo un gesto con l

tó entrecerrando los oj

cincuenta años. Muy bonita. C

ijo—¡No puedo creer que ese mocoso

do y un puchero. Luego,

cuenta de que mantenía a la mujer, su suegra, fuera del

ijo la mujer—Soy Le

ahora se sentía asfixiada. ¿Qué pasa si ella se equi

los labios de

nte—No estoy casada con su padre. ¡Ya debes saber qu

que...—dijo Danika, p

lpas. Y si no lo sabe, signif

ho eso, lo siento!

sofá—Sentémonos y hablemos. Me gustó que no buscaras información

eltas! ¡Ella solo quería acu

incómoda que

a que Hernán finalmente tuviera un

e estoy embarazada—dijo D

mi hijo hablando con el asisten

o Danika—Es

na gran sonrisa—Pero claro. Eres la esposa de Hernán. Como si e

a accedió inmediatamente, asintiendo con la cabeza. Mientras Leida hablaba, la pelirroja sacó su propio

n. Justo cuando estaba a punto de darle un gran mordisco a s

a pantalla, porque podría ser el señor Allaband, y Dios no pe

erar, pero cuando leyó el nombre “Leida” entre las palabras, sus oj

nsajes, supo que su je

sas fáciles. Dos para mediana y tres para emergencias. Cuatro cuando alguien estaba

a cabeza de Kyson apareció en la

eñor… Ella…

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