Un hijo para el multimillonario

dido y un poco irritado por la repentina entrada de su as

a Danika. ¡Ella está en e

sorprendió

tu mamá de Danika? “¡Debe haber sido ella

ce a

, señor?—pregunt

a casa de Danika y dile que tendrá que ac

or?—preguntó Kyson sin cre

no sepa de mi matrimonio! Quiero presentar a Danika a mi lado antes de que Xa

ía su “pequeño secreto sucio”. Simplemente iba a decir que tenía un bebé en camino y eso le daría tiempo. Él iba a deci

a. Como tu esposa. No quería tener ningún c

que su vestido estaba listo y que debía probárselo por última vez. Cuando le preguntó a Danika si ya tenía un vestido, Da

la saludó Kyson, re

a se fue—dijo Danika y le di

tias. ¡No tengo idea d

. Ella preguntaba mucho y yo tuve que inventar a

, señora?—No estaba s

ernán y yo nos con

playa… Hernán Allaband estaba en sil

Allaband. Estoy seguro de que su madr

a tenía el mío. Le dije que sí, aun

e escribirle un mensaje a Hernán—Nece

scansar y sentirse enferma en paz! Pero no, ella tuvo muchas lecciones de etique

da favorita, sus alergias… cuántos logros en materia académica y profesional o

ela era delicada y tenía pequeños puntos de brillo que lo hacían brillar de una manera nat

e la mañana y un grupo de personas entraba al apartamento. Uñas, cab

o en un moño alto que era elegante, pero no clásico. Era muy moderno. El maquillaje era ligero, ya que no quería llamar

muy hermosa!—Dijo el peluqu

dad los últimos días. No sabía si esto se debía a las hormonas del embarazo o s

a llorar!—Advirt

ento,

ácter. A menos que alguien la enoje lo sufic

ue el auto ya la estaba esperando. Se despidió de todos y salió del

sor. ¡Conocería no sólo a su marido en persona,

por supuesto. Si fingieran ser una pareja enamorada, él nunca po

repararan. Catriona tardaría una eternidad, siempre, y él había

ra como si la propia Diosa de la Belleza acabara de salir por esas puertas, el viento hacía que los

notizado por la hermosa pelirroja que se acercaba a ellos. De hecho, ella era la mujer

el auto para abrirle

Banks!—Lo saludó ella

a Allaband!—respondió

, Hernán tenía el ceño fruncido. ¡Por lo que pudo ver, parecí

ando nota mental de tener un

ina como ella imaginaba. O el Bentley de antes. Era un Mercedes, sólo qu

o, pero pudo ver la silueta de un hombre al

o tímidamente y a He

. Danika tragó de nuevo, y esta vez porque se estaba imagin

labio nerviosamente, pero luego recordó que llev

l fue quien eligió ese vestido y al verlo en el cuerpo de Danika se felicitó. Cada

confundida, porque habría jurado que el hombre en silla de rueda

inación”, pensó.

raba que él ha

ablemente, no puedo

ntó Hernán, su ton

ika—Por eso no puedo decir que te veas herm

impresionado por sus palabr

or

insensible. La mayoría de la

a—Respondió ella y Hernán notó que ten

o. Danika no tenía idea de qué hablar y decidió que era mejor si permanecie

yson fue quien le abr

s, seño

spuesta del asistente y, una ve

puerta trasera a su jef

es palabras y esas astutas

on se abrieron,

iendo. La advertencia que le dio su jefe dio a entender que Hernán Allaband e

a trasera del auto. ¿Lo que estaba ocurriendo? Entonces a

silla de ruedas. Él era... ¡