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Sentimientos y Dinero

Capítulo 4 Persona grosera

Palabras:1359    |    Actualizado en: 22/12/2023

levisión, el matrimonio terminó. A decir verdad, esos dos nunca funci

maba la vida nocturna. Y el señor Le

granja. Se conocían desde hacía año

cuerdo comercial. -Pero tuvieron h

incipio intentó que el matrimonio fu

ivir su sueño de ser actriz. El embar

amigos? - Hablamos mucho, ella se

tió. - Como dije, es un buen hombr

cuenta de que estaba equivocado y luego se convirtió en una especie de

Han pasado tres meses desde que fa

ntenían contacto. Pero creo que le

ilia restante, pero eso no fue lo qu

e por qué. Lo único que hace es pa

ses? - Sí, no quiere que sus hijos

ez que renuncian. Imagínate. -

o soportan. - aventuró, riendo suav

- Tiene un carácter terrible, cuando

con los peatones y simplemente le

rega de premios y ya recibió un mont

ntinuar: - Pero cada uno se sale

Manuela sonrió, aunque sintió que l

traría con el hombre del saco en

jefe. La tía Vanda le había dicho q

da. Simplemente sucedió que la fam

ía grave riesgo de adelantarse o lleg

ofás de la segunda habitación. Desde

mensaje, es decir vio las fotos del baño y no respondió. Bueno, ¿qué e

slumbrada por una estrella, pero

paracaídas sobre la granja de un m

edio. Tenía dinero para pagar y, a

jos. El viejo era rico y todo, pero

salmada, y en lugar de recibir el am

esalmado. ¡No tenían nada que ver c

bres? Manuela entendió por lo que e

an divorciados. Por eso me propuse

niños, pues necesitaban arreglarse

que hacer y su celular era su único

spositivo, vislumbró a un vaquero e

ran compañeros de trabajo. Pero cas

ente ahora estaba vestido, llevaba

ro golpeaban ruidosamente el suelo

o, la barba roja sin afeitar y el som

a estaba apretada en una mueca de

de la camisa. Había un dejo de ru

us jeans ajustados alrededor de su

lumen que también resaltaba, o en el

, ya que nunca había visto uno de

más de treinta años, estaba cla

bofetadas. Lo vio entrar por el pasi

a su jefe que lo había espiado duchándose desnudo. Pero, por otro lado

eñor Leonardi. Así es, era un amigo,

similar. La verdad era que sentía cu

o, todo, por delante y por detrás. Y

y no saluda a la gente, en realidad

fuera un maldito chismoso. Miró el

peraba no empezar a sudar hasta el

evistadas por los jefes. -Puedes pa

. Se acercó a ella y la vio en la p

u oído. - No te preocupes, cariño.

nadamente, no leyó la mitad de los c

rlas. Y se dio por vencido con todo

dulcemente, guiñándole un ojo. Sel

gió por sus credenciales, ni podría h

o de la educación. Quizás los dos semestres de Historia contaran pu

ra que ella entrara y luego se fue. Manuela seguía mirando hacia atrá

rible. Cerró la boca, p

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