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El idilio de la mariposa

Capítulo 2 Los requisitos

Palabras:1582    |    Actualizado en: 01/10/2023

l tercero; el cual no había emitid

rostro, pero en esta oportunidad se había puesto lentes de contacto. Parecía incómodo en el sitio, como si no quisiera estar ahí, y como si no estuviera de acuerdo en lo que estaban por hacer, y era así, ya que había manifestado su oposición respecto a este de regalo tan degradante, pues sabía que aquel no era partidario de este tipo de asuntos de trata de blancas. Era neutro, por eso no había mencionado ni una sola palabra de su boca; dejaría que ellos se encargaran y se limitaría a hacer lo que debía. Sin embargo, de

cuatro-. Es serio, aburrido, seco, directo y su sentido del humor es nulo, nunca lo visto expresar un gesto de alegría, porque perdió su sonrisa al nacer. -Río a sonoras carcajadas. La ruina del otro, era su satisfac

algún título profesional -dijo la madame, con seriedad; sus opciones se volvían más pequeñas, de manera considerab

a imposible de ver o de encontrar, pero sí, muy difícil de hallar y más en estos tiempos modernos, pues si una chica ex

no tenía una disponible en el momento, porque podría conseguirla. La suerte siempre estaba de su lado y le ayudaba a obtener lo que quería. O eso era lo que esperaba, ya que era una apuesta en la que podía perder mucho más

ón. No había llegado hasta donde estaba, por dejarse superar por los problemas-. Una virgen de treinta años. Es mucho tie

ciable mujer, se dilataron al ver tal obra maestra, que estaba en ese pequeño, pero asombroso portafolios. Apretó las piernas, por el hormigueo y el ardor, que le provocaba verlos. Sus mejillas se acolaron y su respiración se aceleró. Se excitó, tan solo mirando los paquetes de billetes. Respiró con lentitud, como

a niña, para que ella lo intercambiara por un objeto de mayor valor -. Cien millones de dólares, que podrán ser suy

marineros, para devorarlos sin piedad. Una virgen de treinta. ¿No era mejor una casta de dieciocho o diecinueve? ¿Por qué una madura de treinta que no hubiera tenido relaciones en taños años? En verdad había gente rara el mundo que tenía unos gustos muy

ijo el primero, viendo como la mujer que, a pesar de ser mayor, a través del antifaz se podía notar la belleza, que todavía ostentaba. Aún conse

ía no eran de ella-. Claro que tenemos un trato. Su amigo pasará la mejor noche de su vida. Tengan eso por seguro. Yo mismo me enc

irme aquí, por favor. Entenderá que necesitamos garantías en un negocio de tal magnitud. -Le entregó el

niebla tensa se hubiera puesto frente a sus ojos, fue cegada por su avidez. La enorme posibilidad de tener en su poder esos millones

ída de soberanos, no se daba de la noche a la mañana; todo debía hacerse con prudencia y con cautela, hasta el momento oportuno en el que se cortaba la cabeza del monarca, para que no correr riesgo. Eso, además de asegurarse de que no tuviera descendientes que pudieran alzarse con autoridad, para reclamar el poder-. Ten

elegante, que eran damas de compañías. "Damas". Sí, claro, como no; ellas tenían lo de señoras, que lo que él tenía de santo: nada. No eran más que p*tas que

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