El idilio de la mariposa
escuchar el susurro de su hija, pero
ellen, disimulando su int
smo de la mariposa, mientras sostenía en sus manos la pulsera trenzada que había encontrado
fosis -dijo Hadriel, para sí mismo. Su semblante estaba llefrescó su garganta. Ganarse la lotería, era muy poco probable. Necesitaba algo que fuera contundente y que dejara grandes ganancias. Suspiró, sin ánimo. A su cabeza no se venía ninguna idea,
sus exámenes. Quizás, le estaba ocultado la gravedad de su enfermedad, pero era ella quien la tenía, y se sentía mal, como si cada día que pasara, estuvi
ón le recorrió el cuerpo, como si todos sus sentidos le hubieran dado una
hlia-. Todo está bien. Mi preocupación es por pagar el último semestre de Adam
tan los favores. Pero, si es por mis hijos, tendré que hacer
jado algunos años la mansión de ella, pero era muy estricta y el trabajo la dejaba muy agotada. "Mi cenicienta", así le decía de cariño. Era rica, pero tacaña y vanidosa. No
medio de su martirio, había aparecido una opción, aunque no fuera
, se recreaban en sus pensamientos. No había visto una mirada tan vacía y perdida, como esa. Era como si no hubiera estado consciente de lo que sucedía. ¿Podría ella estar necesitando ayuda en algo? Sí, eso era lo más pr
rio. Sus miradas se cruzaron, como la de dos lobos alfas, que apenas se soportaban. Eran compañeros de tr
Hadriel-. Sin duda, te has ganado tu lugar en la junta directiva
ían tomado la iniciativa, para otorgarle buenos deseos. Por más que tratara de no pensar mal, no podía dejar de hacerlo. Estaban en una zona de casa, en la que, en cualquier descuido, saltaría
eguntó Hadriel,
ca. Sabía, con exactitud, la fecha, la hora y el lugar, hasta cada uno de los compañeros, con lo que
saber? -comentó Hadrie
honorable de mi parte, que mi director vaya a tomar grado,
bría gran diferencia en decirle o no. Así, que, no
adriel siguió explicándol
oriándose por su futuro detalle. Ese mismo día, comenzaría la caída de H
el, con voz arrogante-. Pocas c
ia atrás, mientras seg
thur, confiando en que la madame podría conseguir a u
con expresión severa y rígida-. Ac
una sonrisa en su cara. Al darse la vuelta, endur
entoso automóvil de color gris. Abrió la puerta y se acomodó al lado de Máximo Walke
irando de forma agitada-. Se cree
ito-. Los Dessert, caerán. Solo debemos esperar un poco
maldad y astucia-. La destrucció