La chica de las flores: Una vida por una vida©
de haber hecho justicia por la muerte de su madre, además, pronto haría justicia también por la muerte
u hermana Selina, colgándose del cuello
o su hermana Regina, gemela de Selina, dá
claro y sus ojos azules. Él les devolvió el abrazo a las dos, las quería más que ha su propia vida y también les había echado de menos. Levantó la vista y vio a su hermana Helena, la mayor de sus hermanas, tenía quince años y era mucho más
e dijo Helena-. Espero que todo
o ha salido a las
alguien que sabía que llegarías hoy- le dijo Helena poniendo los
s amigos, ella no tiene ningún interés romántico en mí...- dijo el prín
a, que salía del interior del castillo corriendo hacia él-.
el pelo rubio y los ojos azules. Muchos hombres suspiraban por ella; había tenido muchas peticiones de matrimonio pero ella había re
s de la chica que vendía flores?- l
sobre ella, es como si no exis
tiró de él para que la acompañara a dar un pa
con una voz muy dulce-. ¿Qué interés tienes en una campesina? Eres un príncipe y algún día
amo a ella, no qu
gual de bien, no con una desconocida. Además, será una campesina perteneciente a una familia pobre, se
dijo Peter enfadado-. Te aprecio como a una buena amiga, per
do los ojos en blanco-. Por cierto, te he traído más jugo de hierbas par
bería seguir tomándolo, últimamente tengo mas pesadi
os acontecimientos de estos días, ya verás como mejorarás pronto- le dijo ella acari
ena amiga y había estado siempre para él. El príncipe fue a ver a su padre, quie
o estás?- le preg
o ha empeorado- le dijo con una sonrisa-. ¿Tú cómo estás? Me han dicho que has sal
la batalla y el reino de Bórtur es nuest
ha rendido, tenía mis du
Peter cogiéndole de la mano a su padre-. El rey Er
fuimos grandes amigos; jamás le he deseado la muerte- dijo su padre vis
dre, ellos e
nes que encontrarla y casarte con ella, para que juntos reinéis
casarme con la princesa- le dijo Peter a su padre, sorprendido por sus palabras-. A
que hay sobre mi mesa y
ar. Habían acordado, años atrás, que el príncipe Peter y la princesa Alma se casarían al ser mayores de
umplo con mi palabra, iré al Infierno y sufriré durante toda la eternidad tras mi muerte. Un pacto de sangre hay
an las firmas del rey Eros y su esposa, y también la
e esto? Me has tenido engañado toda mi vida...- le dijo enfadado a su padre
robaría tener a la princesa encarcelada. Se había llevado el manuscrito para enseñárselo a la princesa y que supiera que debían casarse por el pacto, no quería que pensara que él deseaba ese casamiento. Entonces, pensó que no tenía
ue confeccionara para él una máscara negra con aspecto diabólico, así él le impondría más re
ue su botas. También se puso unos guantes de piel negros y se llevó su espada negra. Parecía un ser salido del mismís
as personas. La celda de la princesa era la más especial de todas, pues se encontraba separada de las demás, justo al lado de la sala de las torturas. Abrió la puerta de aquella sala de las torturas y después se acercó a la celda de la princesa,