La chica de las flores: Una vida por una vida©
l momento para poder volver a verlo. Cuando por fin llegó el día, Alma se vistió con un precioso vestido rosa. Era bastante sencillo, pero bonito. No quería verse demasiado elegante par
s de flores que le había prometido al caballero y se fue sola al mercado de Turion, mientras
caballero, pero él no estaba solo aquel día, sino que iba acompañ
i hermano— le dijo refiriéndose
acer— d
ella, después le cogió la mano y se la besó su
as hermanas, espero que les gus
iendo las coronas de flores que ella le entregaba, haciendo que sus dedos rozaran con los suyo
eis nada. Yo os las rega
lero—. Os ha costado tiempo y esfuerzo v
mo podéis pagármelas…— le dijo Alma con una
aballero no paraba de mirarla. Había algo en su comportamien
que estaban buscándola; sus padres habían descubierto que ella se había
. Un hombre de avanzada edad, con su rostro cubierto de arrugas y varias cicatrices de las batallas en las que había intervenido tiem
trono donde se encontraban sus padres;
sola y sin nuestro permiso?— le gritó su
o castaño y unos ojos grandes y verdes. Gran parte de su rostro estaba cubierto por una barba castaña cort
negro y los ojos grandes y verdes, llamaba mucho la atención, era una mujer muy hermosa. Alma habí
personas que nos odian, no es un lugar seguro para nuestra familia— le dijo su madre, la reina Lavini
en los ojos y después fue corriendo
vencida. Nada de lo que sus padres le dijeran la haría cambiar de
scaparse ella sola del castillo; no quiso pedir ayuda a sus sirvientas para no causarles problemas, así que fue a la pradera y cruzó la valla sin ser
o pagarlas. Os daré lo que me pidáis…
do pediros algo así…— le dijo Alma tímidamente, le daba mucha vergüen
seguro que me parece muy apropiado…— le d
e. Sentía que le ardían las mejillas por l
ropiado que nadie me ha pedi
pudiera verlos. Él se acercó a ella y le acarició la mejilla con su mano. Entonces, se acerc
rlo. Llegó al castillo del reino de Bórtur sin ser vista y les contó todo a sus sirvientas, quienes se escandalizaron tras escuchar todo lo que l
ara el día en el que Alma por fin se reencontraría con el
ue desposarte— le dijo su padre, el rey Eros—. Este fin de sema
esa asustada por lo que diría su padre—. Ya he conocido
rincesa y vas a casarte con un prí
adre, no
ma palabra al respecto— le dijo su padre seriamente—. Este fin de seman