La chica de las flores: Una vida por una vida©

a destrozado y se había refugiado en el alcohol, desatendiendo sus obligaciones como rey y a su familia, ya que nunca estaba sobrio. Cuando su madre

castillo se encontraba en medio del reino, muy cerca del gran mercado de Turion. Allí vivían también los caballeros que protegían al reino d

do de paz con el reino enemigo, ya que su esposa murió por culpa del último enfrentamiento que hubo entre ambos reinos. En lugar de buscar venganza, prefirió firmar la paz para evitar más derramamiento de sangre. Peter entendía el

o algún día, pero había seguido entrenando en sus ratos libres con los caballeros que servían a la corona y al reino de Turion. Tam

ir de cacería contigo, hazme ese regalo de cumpleaño

s, al fin y al cabo ya eres todo un hombre…— accedió Peter, q

e, ambos eran algo robustos y tenían el pelo castaño y los ojos marrones. Sin embargo, el resto de los hermanos se parecían más a su madre, los tres eran delgados y tenían el pelo castaño claro y unos ojos grandes y azules. La m

ras y un chaleco reforzado marrón con el emblema de la Casa Real grabado en color blanco. Cuando estuvieron listos se fueron junt

ntos perros labradores, eran animales robustos muy bien entrenados para la caza de animales salvajes. Ese día obtuviero

mpiaran y repartieran entre las familias de campesinos del reino. El mercado se encontraba en la plaza más grande que había en el reino, había muchos vendedores que habían colocado sus puestos

sobre aquellas campesinas, ellas apartaron la mirada e hicieron como que miraban hacia otro lado disimuladamente. Peter se percató de ello, cosa que le resultó divertida. Vió que una de las jóvenes sostenía en sus manos una cesta de mimbre que contenía muchas flores y pensó que probablemente serian

erría compraros unas fl

chica más hermosa que había visto nunca; tenía el pelo castaño y unos preciosos ojos verdes, su piel era blanca como la nieve y los rasgos de

tras hermanas?— le preguntó la hermosa joven con

ueden gustarles… ¿Cu

últimos del año, puesto que ya va a comenzar a hacer frío, mi señor— le

— le dijo finalmente la hermosa joven—. Si queréis os puedo hacer unas

o demorarme mucho tiempo, tengo

la joven con interés—. Seguramente seréis C

n era él realmente—. Si estáis la próxima semana, espero poder compraros u

ombre, caballero!— le dijo la j

”, me gusta ese nombr

joven con una tímida sonrisa—. Pero si no me

llamaré “chica