La chica de las flores: Una vida por una vida©
gritó su padre al ver a la
la culpa...- le dijo entre sollozos a la vez qu
o nada, por favor- le supli
s que él no sería capaz de cometer- dijo el príncipe Peter-. Q
a pedir perdón, pues ella no había mentido en ningún momento y quien no tenía razón era el príncipe; estaba muy equivocado con su herm
la vida a mi familia?- le pre
ijo el príncipe-. Uno de los miembros de tu
mi vida a cambio
gritó el rey Eros-. No le hagas
dijo su tía Ágnes, quien estaba visib
un trato y va a morir aquí y ahora- dijo el príncipe
a costa que el príncipe matara a su padre y quiso distraerlo enfadándolo-. Él quería robaros el trono, me pidió
es asustada por lo que le haría
rcó su espada hacia ella, intentó huir pero
mi hermano ahora mismo, sí
quería enfadarlo para que prefiriera matarla a ella y salvar la vi
el príncipe a sus guardias-. La llevaremos a Turion, donde
re. Así que tenía que hacerse a la idea de que pronto encontraría la muerte. Dos guardias del pr
ba el rey Eros-. ¡Es mi hija
rnas con su espada, haciendo que el rey callera al suelo. El príncipe rodeó al rey Eros hasta ponerse detrás de é
mi madre, la
estaba viendo y comenzó a temblar y a llorar. El rey Eros estaba en el suelo, cubierto de sangre, intentando luchar por respirar, pero no podía y estab
Agnes, mientras abrazaba el cadá
tentó ir hacia donde estaba su cuerpo sin vida, pero lo
l otro extremo lo ataron a la silla de montar del caballo del príncipe. Él se montó en su caballo, ordenó a su ejército que se pusieran en m
pies al llevar tanto rato caminando sin descanso. Muchas personas vieron que la princesa había sido capturada. Algunas personas aplaudían al ej
le costaba bastante respirar, pero no quería quitarse el velo, ya que era una tradición que había impuesto su fam
. Ella, cada vez que él se giraba para mirarla, le devolvía una mirada de odio absoluto; si
nos instantes por el caballo del príncipe, hasta que esté se dio cuenta e hizo que su caballo parara. Se bajó del caballo y fue hasta donde estaba la prince
tó para que no pudiera ni tocarla. Él le agarró el tobillo a la fuerza
nte-. No pensaba que pudieras aguantar ta
a acompañó hasta su caballo. La cogió y la subió a la silla de su caballo, subiéndose él después para sentarse justo detr
con él, pero cuando el caballo comenzó a andar ella caía hacia atrás, cada vez acercándose más al príncipe
atada a un árbol y cerca del príncipe al que tanto odiaba.. Apenas pudo descansar esa noche, pues no dejaba de pensar en todo lo ocurrido, además estaba muy incómoda durmiendo en el suelo y tenía algo de frío. Pensaba en la muerte de su padre y en su familia,
. Se quedaba dormida sentada encima del caballo y, sin darse cuenta, se apoyaba en el pecho del príncipe. Él, cuando veía que la princ
se durmió en el suelo, en pleno día. El príncipe despertaba a Alma empujándola o dánd
, pero ella no contestaba a sus preguntas, no quería seguirle el juego-. Esto
la princesa. Le preocupaba mucho cómo sería su mue
una muerte bastante rápida, pero él prosiguió-... pero creo que esa muerte se
cedme ese regalo de cumpleaños- le suplicó la princesa, q
cir las opciones que he pensado y eliges una de ellas, ¿que te parece?- le dijo el príncipe riendo y Alm
s morir quemada, pero
oído en un susurro-. Luego está mi favorita, despellejarte como a un ani
jo la princesa asustada con sus ojos llenándose de lágrim
a su castillo. En las calles había mucha gente pobre, con aspecto de haber pasado hambre o
estas personas?- pregun
e injustos impuestos, tenía al pueblo muerto de hambre. No le importaba que n
re no sería capaz de hace
aban y se alegraron cuando el trono le fue
tampoco lo era- l
, aunque tampoco podía estar segura de ello, ya que desconocía la manera de gobernar de su padre por completo. Prosiguieron hasta llegar al reino de Turion, pasaron por la plaza y todos vitoreaban al prí
vida larga y feliz aunque no fuera junto a ella. Llegaron al castillo del reino de Turion y el príncipe bajó de su caballo. Ayudó a la princesa a bajar también y la condujo hasta la parte trasera del castillo. Una vez allí, e
or dártelo...- le dijo mofándose. Después salió por la pue