El ceniciento
. Ya veré cómo me las arreglo para convencer a la chica
dor. Supongo que una miradita a los videos que están posteados en la internet será suficiente para aprender cómo hacerlo. Dominar el arte de la limp
del metro de Nueva York. Me dirijo a la estación y una vez en el interior, leo cada cartel que encuentro en mi camino para entender cómo utilizar el sistema. Mi próximo paso, es dirigirme hacia la máquina expendedora de las tarjetas llamadas metroca
una noche más en un cuartucho de quinta categoría. Leo las instrucciones y aplico el efectivo necesario para adquirirla. Es ca
ta por la ranura para que me permita la entrada. Pocos minutos después y, luego de pasar por una serie de eventos desafortunados y bochornosos debi
el mensaje de texto que recibí poco después de hablar con mi futura jefa. Todo el recorri
mi nuevo hogar durante el tiempo en que encuentre una manera de recuperar la vida a la que estoy acostumbrado. Observo el diminuto local
que alguien aparezca. No pasa ni un minuto cuando escucho pasos acercándose. Paso las manos sobre mi ropa, enderezo mi espalda y uso esa s
el, vine a ver a
a la chica del gorro de lana, me repasa de pies
len utilizar este tipo de servicios especiales ―hace comillas con sus dedos, lo que me genera confusión―. No tengo nada en contra de ello, mucho menos,
ta mujer está desvar
mo gesto que ella hizo con sus dedos pa
on sorpresa y bal
exóticos que vienen a dar espectáculo
arcajada que me hac
uchar mi respuesta y me observa apenada a través de
de sorpresa es
chilla como posesa―. ¿Co
ue le confirmo con un asentimiento
co que debo cumplir y qu
repasar de p
es, eres... ―respira profundo antes de soltarlo―, como uno de esos tipos que aparecen en las películas de acción ―elevo una ceja al escuchar la sarta de disparates
sin aliento al ver a la hermosa castaña de ojos color miel que me observa como si acabara de salirme dos
o con el que h
r al toro por los cachos antes de que me dé una cornada y me mande a terapia inte
Denzel, m
in reaccionar, hasta que su amiga le da un cod
Au
ubia simpática y entretenida. Aclara su gar
a verdad es que no suelo recibir a nadie a esta hora de la noche, pero me apremia conseguir a
rmación muy valiosa y a la que
no que no se esperaba a alguien como yo―. Estoy dispuesto a quedarme a partir de ahora mism
igue pasmada. Después de lo que pare
reo q
u frase con una palabra negativa, pero su
enzel, necesito habla
y se la lleva a ra
s vuelt
pero lo suficiente alto como para
tipo parece cualquier cosa
n el poder de acabar con la última oport
las veinticuatro horas del día! ―menciona de manera dramática―.
a bufa co
iquiera sepa cóm
pide alguna prueba para comprobar que est
pantalón ―me tapo la boca con las manos para detener una carcajada qu
es una chica muy divertida. Mantengo m
er esto con lo qu
ás que seguro que no te va a gustar
mportante de la sociedad asegura que, al observar la talla de los zap
clase de conversación que mantienen las dos mujeres. No me había reído tanto en toda mi vida como lo he hecho en los pocos
s, er
a aboc
al dios griego que el trabajo es suyo ―aquel consejo provoca que mis músculos se relajen―,
, pero la rubia trae una sonrisa que le abarca la cara y le llega hasta las orejas. Aguant
, tienes e