Ella es una Mentira
no siempre había tenido los recursos para hacer lo que él pretendía, aún así había logrado hacer lo que él deseaba , ayudar a la gente más necesitada. Alessandro la observ
pongo que ese es tu apellido...¿Tu padre es médico?
vio que su preg
es.– re
dijo él está vez m
o la cara de Alessandro, d
o podía.– respondió A
s?– dijo ell
...ahora dime ¿Cómo puedes ser la hija
no pudieron hacer nada por ella, su enfermedad estaba muy avanzada cuando llegamos allí. Mi padre...el doctor Rossi trato de salvarla pero no lo logró, ella le pidió que cui
io, estaba pensando en algo, pe
maba tu madre
lví. Él me dijo en dónde la enterró pero jamás fui... supong
die más..– dijo él no cómo pr
e reclamé si decides ma
sto como cuando hacen un brindis por algo.
agino que no querrás dormir, además que puede hacerte un poco
iar y vodka, tengo uno maravilloso, regalo de unos amigos rusos... pero para cómo están las cosas en este miserable lugar, me refiero al territorio de los Verro, la única cama en l
, aquello era una amenaza para que a ella no se le ocurriera jamás hablar de esa noche, que r
irme por un momento aunque sea, tengo que volver a mi casa por una medicina que es de vital importancia para un
no eres parte del clan Verro, tu padre no lo era, pero aún así eres un rie
bligarme a... prefiero que me mates a..
la boca, sintió claramente cómo ella se estremecía, no le era indiferente y eso lo
aunque podría estar dispuesto...¿Sabes? muchas mujeres muer
de ella, entendía lo que aquel hombre decía y sabía que era verdad, era sabido que el capo de los Str
llamaré a la policía...- dijo ella e
n su cuerpo la empujó contra la mesada, no lo hizo de forma ruda sino más bien s
ra su aliento. -Podría retorcerte el cuello en un abrir y cerrar de ojos, así que te aconsejo que
en el estómago y una sensación de contrariedad en el alma, pues ella no podía fija
eto y de igual manera y para su humillación , tenerlo tan cerca le generaba una sensación que s
n inconveniente, sólo quiero que mis pacientes no se vean afectados por e
la privada de su padre, allí había una cama y otros muebles, su padre se quedaba allí cuando tenía algún paciente que necesitaba muchos cui
a una cama grande y se veía muy cómoda, además había una bibl
ijo él soltando una carcajada sensual pues se había dado cuenta de que ella se ponía roja cuando é
r el contrario lo hizo hacia la cama y se tiró en ella plácidamente, luego se acomodo y le h
as tan seria! Además, ¿En dónde v
obre sus paso
a...en una silla o...de momento no
iénico y no te imagino limpiando a estas horas de la noche, cuando tienes
das en puños, odiaba que el sujeto le parec
o hacerlo en la mesa de
do de la lluvia, cuando por fin, decidió realmente dormir en
a, vio que aún la noche era oscura y cerrada, miró su reloj, eran las 3 de la madrugada, volvió a mirar hacia afuera, al hacerlo, lo primero que vio fue un grupo de sombras alargadas que se pararon al frente de la clínica, eran al menos ocho personas y estaban armadas. Se llevó la mano a la boca para no g
peor , te esconderás aquí y no saldrás a hacerte la heroína que rescata heridos, sí alguno de ellos te at
pánico asintió y sacó la mano
?...Ellos son demasi
, presionando el cuerpo
s ocho, no estoy seg
lida trasera
tivo, a la vez que escuchaban los pasos
tras se levantaba sin hacer el menor
nderezó y
la izquierda y lue
le había quitado antes, él se la había sacado sin que ella se diera cuenta, lo había hecho cuando ella atendió a Filippo, o mientras se quedó dormida pero ella no lo
ue venían del frente, de la sala de recepción. El silencio de la noche se cubrió de estruendos y el pasillo de su pequeña clínica se llenó de humo, escucho escondida detrás de la
lessandro, ella sabía muy bien cómo disparar, su padre le había enseñado, vivir en aquel lugar hacía que fuera necesario tener un arma, no para matar alguien si no para amenazar en caso de que necesitaran defenderse en un asalto. Ése no era un asalto, pero sí que era necesario que
apuntado con un arma y dicho varias cosas que le molestaron, pero lo único que contó para e